Soy
Aguas enclarecidas sobre la mañana de su pecho;
suave como la seda, fuerte como yo misma.
Gemidos que desbordan de su boca como sangre
Como hierba rompiendo el concreto
claridad, ante sus ojos
deseosos de lo que atestiguan.
Como el rozar de las puntas de los dedos,
Dibujo su nombre en espacios prohibidos
mientras descubro paisajes nuevos,
colores específicos, el sabor de la verdadera esencia de la piel.
convertirme en su anhelo esta noche me transforma, frágil rosa intervenida.
Queda marcada en la memoria una serie de imágenes que pesan como piedras, que despiertan las ganas a deshoras.
Callame el deseo o enciérralo tras de una puerta para que no sepa dónde ir
y huya hacía ti con desespero.
Nazca de nuevo
Y me ahogue así al volverte parte de mi aliento.
Préféré par...
