Canción para acompañar: Love of Lesbian, El poeta Halley.
El arte hace los versos, pero sólo el corazón es poeta.
Umberto Giordano, Andrea Chénier (1896).
Azulejos rotos, Yesos varios, Un bidé destrozado, El cuerpo redondo De una muñeca.
Me regalo mis días para andar, Unos zapatos de mi talla, El camino que quiero, Mi amor y mi duelo, la soledad. Unas gafas de sol amplias,
Vigilia, no huyas de mí. Quiero amar sin conocer, Un amor de estío en enero, el sueño de una fría y eterna noche de verano,
Vosotros que os mantenéis ante la poesía como os situais ante la desgracia, tras un cristal,
Desaparecí. Doblé la esquina del adiós, Creí tu “no pasa nada” Y enfilé mis pasos Hacia cualquier lugar
Ordenando mi casa ordeno mi mente. Limpiando mi casa limpio mi alma. Vaciando mi casa
Creo en el Cosmos todopoderoso, En la unión de contrarios Mediante la síntesis. Creo que la religión, la magia y El materialismo son interpretacion…
Por más que el cuerpo No aguante, Por más que duelan El alma, y los golpes, Por más palos
_ Bailas sobre ti, Giras y giras En el centro del espacio
Leves como chispeantes átomos Bailando en el dedo de Dios, Como la espuma efervescente De la séptima ola, Sin rémoras ni lastres,
Negación, Dueña del Olvido, señora de otro mundo plagado de fantasmas e insignificantes insectos.
Viejo amargo y desahuciado, ¿Qué mal hiciste a tu hija, Que en mis carnes se ha vengado? Anciana señora que rehuiste Las batallas de tu ahijado,
Me volví a los bosques del Norte A aullar a la pálida luna, A cazar solo, lo necesario, A limpiar el alma de escombros. Atrás dejé a Tormenta
Ocurre que me aburro De leer una y otra vez Los mismos poemas: Te quiero y me muero, —O me quiero y te muero,
La verdad, cruda, Sin colorantes Ni conservantes, Sin aditivos, Sin cocinar