Te quiero, Como lo viejo a lo nuevo, Como un suspiro al anhelo, Como la leche al almendro, Como esta lágrima al océano,

Ahora que no tengo el ímpetu De un bote recién abierto, Que sé arrancarle el sabor A cada escurridizo milímetro, Ahora que cada estación es otoño

Cae la noche Y siento que me abraza, Hasta cubrirme, Tu negra cabellera. La luna es tu ojito derecho

Ordenando mi casa ordeno mi mente. Limpiando mi casa limpio mi alma. Vaciando mi casa

Viejo amargo y desahuciado, ¿Qué mal hiciste a tu hija, Que en mis carnes se ha vengado? Anciana señora que rehuiste Las batallas de tu ahijado,

Tengo el corazón de mil años, De piedra, desvencijado, Erosionado por la arena, En ruinas por el uso, malogrado. Los mil inviernos en el alma,

Nos acostumbramos A la injusticia A la ignominia A las mentiras A la traición

Somos los fracasados, los que perdieron el trabajo, el hogar, el amor por la ventana y el tren de la vida.

Para nacer en ti he nacido, Para abrir mis ojos a los tuyos, Y así lanzar mi grito primigenio Asido al cordón de tu mano. Para nacer en ti he nacido,

¿Vamos a vivir siempre en penumbra, o abriremos las ventanas para que los rayos de sol bañen nuestra amada flor?

Los americanos primero, Los españoles, también. Los italianos primero Como israelíes y saudíes. Las autopistas, primero.

Nos amamos en otro mundo, En el que no hay dolor, Ni hambre, ni problemas, No existe el pasado No hay traumas, ni miedo.

Para que encontréis la verdad, Tejen los artistas con su piel El mapa de este caótico cosmos. Para que disfrutéis de la belleza, Unen imposibles partículas de nada

Ya es la noche de San Juan, las muchachas vienen y van. Ya es San Juan, pero tú te quedarás. Tira lo añejo,

Trajes de Armani, Gafas de Gucci, IPad, Rolex, Señuelos, señales De una mejor vida.