#Mexicanos #SigloXX #Suicidio (1924) Poemas
Vuelvo de andar, a solas, por la o… Estoy lleno de músicas, como un ár… He dejado correr mi pensamiento viendo, en el agua, el paso de una… Traigo tejido al alma el olor de u…
Conforme va la vida descendiendo —bajamar de los últimos ocasos— se distinguen mejor sombras y paso… sobre esta playa en que a morir ap… Acaba el sol por declinar. Los ra…
Era de noche tan rubia como de día morena. Cambiaba, a cada momento de color y de tristeza, y en jugar a los reflejos
Me tuviste miedo. Me había pintado, en las rosas, de rojo los dedos.
Nos hemos bruscamente desprendido y nos hemos quedado con las manos vacías, como si una… se nos hubiera ido de las manos; con los ojos al suelo,
Sí, cuanto más te imito, más advie… que soy la tenue sombra proyectada por un cuerpo en que está mi ser m… que el tuyo en la ficción que lo a… Sombra de tu cadáver inexperto,
Casa iluminada. Estrella de lejos; de cerca, posada.
Esta tarde ya sé que me quieres. Me lo dicen tus ojos dormidos, que el silencio es, en ciertas muj… una fronda cargada de nidos... Hay palabras que el alma retiene
Enterrado vivo en un infinito dédalo de espejos, me oigo, me sigo, me busco en el liso
Le retrasa el corazón. Y no está en darle cuerda el caso. ¡Cuánto más anda es peor!
Penetro al fin en ti, mujer desmantelada que —al terminar el sitio— ya sólo custodiaban monótonos tambores
Una antorcha enemiga alumbra —mientras duermes—el profu… túnel que de mi amor a tu alma lle… Con invisibles puños ¿qué taciturno guardia la sustenta…
Duerme, ya desnuda. El sueño te viste mejor que una túnica.
Colmena de la tarde, diálogo del v… la palabra es abeja, pero el silen…
Como el bosque tiene tanta flor oculta, parece olorosa la luz de la luna. Como el cielo tiene