Huías... pero era en mí y de ti quien huías. ¿Cómo? ¿Adónde? ¿Para qué? Por todo lo que es vial, ascensor, tragaluz, puerto

Hecho de nada soy, por nada alient… nada es mi ser y nada mi sentido y, muerto, no seré más que —al oíd… un roce de hojas muertas en el vie… A nada me negué. De nada exento

Para escapar de ti no bastan ya peldaños, túneles, aviones, teléfonos o barcos. Todo lo que se va

México está en mis canciones, México dulce y cruel, que acendra los corazones en finas gotas de miel. Lo tuve siempre presente

Con las manos juntas, en la tarde clara, vámonos al bosque de la sien de plata. Bajo los pinares,

Amada, en estos versos que te escr… quisiera que encontraras el color de este pálido cielo pensativo que estoy mirando, al recordar tu… Que sintieras que ya julio se acer…

Transparencia del alma. Transparencia del ser que la rodea… Para verla hasta el fondo, basta u… Riendo te pareces a todas las que… mas, llorando, eres tú... Nada es…

Si das un paso más te quedas sola.… En el umbral de un tiempo que no es el tuyo aún y no es ya e… Sobre el primer peldaño de una escalera rápida que nadie

Tu amor es todo de ausencia. Llegan a mi alma como el aroma de un jardín oculto tus palabras, vagas. No sabes durar. Tu esencia

Flor que promete al tacto una cari… más que el otoño de un perfume, su… y que, pensada en flor, termina en… porque su muerte es vuelo que se i… Párpado con que el trópico precave

Por esa fina herida silenciosa que siquiera da paso a la agonía, ¡ay! entra, muerte, en mí, como la… de la hiedra que el sol prende en… Abre —¡aunque sea así!—la última r…

Por el caminito de la tarde clara, con las manos juntas, vámonos amada. Con las manos juntas,

A través de las frases que dices adivino las que callas como, bajo los versos de un pergamino antiguo, —mal borr… por la mano del monje

Ambición Dame, Señor, la fuerza de un péta… capaz de sostener el perfume de un… II Nada más, Poesía:

Esta tarde ya sé que me quieres. Me lo dicen tus ojos dormidos, que el silencio es, en ciertas muj… una fronda cargada de nidos... Hay palabras que el alma retiene