Loading...

LO QUE PROVOCAS EN MÍ

¿Cómo te explico? ¿Cómo puedo describírtelo? ¿Cómo puedo hacerte entender? Pon atención, ponte en mi lugar, trata de sentir lo que yo para que me comprendas, siéntelo, descríbelo.

La poderosa esencia de tu ausencia, con solo escuchar o mencionar tu nombre mi corazón late a mil por hora, llama mi atención con rapidez y aunque simulo que no pasa nada, por dentro estoy muriéndome de saber que sucedió, que dijiste, que hiciste o como estás.

Mi mente te materializa tanto que me es fácil oler tu aroma de tan solo pensarlo, cuando te alejas es lo único que queda a mi al rededor y no quiero que se acabe, es como estar contigo.

Que tus dedos se entre enlacen con los míos, producen una sensación de nerviosismo y ansiedad que hacen que me duela el pecho y se sienta cálido, como si fuera la primera vez que sucediera, mi mente se reinicia y me hacen volver a vivir.

La idiosincrasia de nosotros, el acomodar tu cabello para besar tu frente ante cada despedida  y terminar con una sonrisa, lo siento como algo nuestro, único, intimo; El no hacerlo es como si no hubiera estado ahí.

La fuerza de entrega y unión de nuestros abrazos, no sé si te has dado cuenta pero en cada abrazo te digo “No te alejes” “No me dejes” “Quédate conmigo” Y siempre lo hago como si fuera la última vez que nos abrazáramos, y se siente tan bien sentir que tú también lo haces con la misma fuerza.

El brillo de tus ojos al verme, que aunque los cierras y están muy pequeños ese lindo destello que sobresale lo hace notar y provoca nerviosismo en mí; La sonrisa con la que me pones atención mientras los hoyuelos de tus mejillas resaltan, simplemente provoca que te quiera seguir viendo sin decir nada, solo verte.

La respiración agitada, la piel erizándose, el sentirte fuera del lugar, cerrar los ojos y no despegarlos como si estuvieran unidos con el pegamos más potente, todo eso al besarte, morder suavemente tus labios o sentir tus mordidas y los juegos que sueles hacer al besarnos para terminar riéndonos.
Mientras coloco una mano en tu cintura y la otra en tu mejilla y te acerco lentamente a mí, unir frente con frente y susurrarte “Te amo” Para que solo tú me escuches.

Mientras te pienso y escribo esto, puedo sentir una calidez pesada en mi pecho, que se desborda en todos mis sentidos erizando mi piel de nueva cuenta, tiemblan mis dedos, mis ojos brillan, sonrió, y volteo hacía abajo como si pusiera atención a algo pequeño, pero solo estoy pensándote, esperándote en algún momento para volver a verte.

Jair Tamayo

Other works by Jair Tamayo...



Top