MI PERDÓN
Entiendo y justifico cualquier reacción o emoción que sea sinónimo de rechazo.
Entiendo y justifico cualquier reacción o emoción que sea sinónimo de molestia.
Porque ante los actos cometidos no hay solido argumento que lo excusa.
No hay defensa alguna, solo aceptación.
No hay criterio alguno, solo resignación.
El arrepentimiento está en una delgada linea, la de ser o no tomada en cuenta.
Porque tomarlo más como un castigo lo veo como una lección.
Porque verlo más como un martirio lo veo como un aprendizaje.
El error existe y no puede ser omitido, pero como lo he dicho: Si no pierdes no aprendes, si no aprendes no mejoras, y si no mejoras no ganas.
No pediré comprensión, no exigiré atención, ni mucho menos rogaré el merecimiento de lo que no existe.
Solo escucharé, aceptaré, y me atendré a las consecuencias próximas.
Yo sé que estuve mal, yo sé que he fallado, y acepto todo hecho relacionado con lo anterior.
Discúlpame, no puedo prometerte algo, pero si jurarte que puedo trabajar en ello.
Si lo aceptas agradezco el más pequeño detalle de atención recibido, si no es el caso, mi más grande respeto y agradecimiento por escucharme.
He errado, te he lastimado, te he fallado, incluso te he decepcionado, lo sé, lo entiendo, acepto y admito.
Solo pido el espacio o la oportunidad para disculparme, el hecho de que no demuestra nada no quiere decir que no me importe.
Entiendo y justifico cualquier reacción o emoción que sea sinónimo de rechazo.
Entiendo y justifico cualquier reacción o emoción que sea sinónimo de molestia.
Mi intención no fue ser así, no fue lastimar ni ofender, no me quedan palabras, no me quedan pensamientos.
Pero sí el valor para aceptar que fue un error cometido.
—Jair Tamayo
