(1960)
#Asesinados #Peruanos #SigloXX
Ha llegado ya el hombre de los mares Señor, abre tu puerta Señor, abre tu corazón que ha llegado ya
Rafael, Alberti, déjame llamar a tu voz desde mi voz, a tu canto desde mi canto
Nadie te molesta, hermano. Hoy duermes en tu cuna Y en tu leche, hoy duermes en tu sueño
Yo soy un río, voy bajando por las piedras anchas, voy bajando por las rocas duras,
Me has dado de beber en tus manos el agua que sale de la fuente, la fuente para aplacar, mi sed de caminante,
Un eucalipto, alto, espigado, contiene para siempre mi corazón. Eucalipto, alto germen de la
A estas horas, en estos días, estuve en Moscú, y desde mi piso 23 del hotel Ucraí… vi al río Moscu de noche y a una ciudad de noche
Lentamente caminé‚ por la ciudad y por sus calles. Cálidas piedras sostenían mis zapatos,
Piedra fría, solenme piedra ¡si pudieras hablar en mi costado, si pudieras cantar en
Plaza Roja 1961. verano de Otoños incendiados. Palomas que circundan el aire a cada Paso nuestro. Hombres que se detienen.
Mil países que yo no conozco mil est:rellas y túneles, mil países y pueblos,
El valle de Tarma es grande. Pero más grande es mi corazón cuando lo miro,
En las montañas o el mar sentirme solo, aire, viento, árbol, cosecha estéril. Sonrisa, rostro, cielo y silencio, en el Sur, o en
Mi cuarto es una manzana, con sus libros, con su
No deseo la victoria. La victoria es siempre pasajera, no queda después sino la muerte, el regocijo, el gozo falso de la v… una hierba caída sobre el hombro,