(1960)
#Asesinados #Peruanos #SigloXX
Yo soy un río, voy bajando por las piedras anchas, voy bajando por las rocas duras,
Porque mi patria es hermosa corno una espada en el aire, y más grande ahora y aun más hermosa todavía, yo hablo y la defiendo
Ha llegado ya el hombre de los mares Señor, abre tu puerta Señor, abre tu corazón que ha llegado ya
Rafael, Alberti, déjame llamar a tu voz desde mi voz, a tu canto desde mi canto
Me has dado de beber en tus manos el agua que sale de la fuente, la fuente para aplacar, mi sed de caminante,
primera pregunta “¿En qué lugar de Lima, la dorada… vivían los que la coristruyeron?” (Bertolt Brecht) segunda pregunta
No deseo la victoria. La victoria es siempre pasajera, no queda después sino la muerte, el regocijo, el gozo falso de la v… una hierba caída sobre el hombro,
Un eucalipto, alto, espigado, contiene para siempre mi corazón. Eucalipto, alto germen de la
El valle de Tarma es grande. Pero más grande es mi corazón cuando lo miro,
Nadie te molesta, hermano. Hoy duermes en tu cuna Y en tu leche, hoy duermes en tu sueño
Mi cuarto es una manzana, con sus libros, con su
Mariposas, árboles calles angostas y venideras, ¡cómo decirles que a la hora del crespúsculo sus ramas vivideras volverán
Piedra fría, solenme piedra ¡si pudieras hablar en mi costado, si pudieras cantar en
Lentamente caminé‚ por la ciudad y por sus calles. Cálidas piedras sostenían mis zapatos,
A estas horas, en estos días, estuve en Moscú, y desde mi piso 23 del hotel Ucraí… vi al río Moscu de noche y a una ciudad de noche