La masturbación es un caballo blan… Galopando entre el jardín Y el baño de mi casa La masturbación se aprende Mirando y mirando la luna

Tropezando con mis brazos Mi nariz y mis orejas sigo adelant… Caminando con el páncreas y a vece… Hasta con los pies. Me sale luz d… Me duele la bragueta y el mundo en…

A pesar de todo lo vivido Y lo soñado mi única corona Es mi pobreza Y mi sangre púrpura y cansada Mi único manto en la vida

En mi mesa muerta, candelabros De oro, platos vacíos, poesía De mis dientes en ruina, poesía De la fruta rosada y el vaso De nadie en la alfombra. Poesía

Mi corazón es un gorro escarlata Y doloroso Que a veces llevo en la cabeza Otras en el trasero Tan lleno de cascabeles

Me gustan los pájaros blancos Me gusta el azúcar la nieve Y la sal de la vida. Me gustan Las noches blancas y la blancura De la luna. Me gusta la leche

Maldita noche, el fuego de la luna… El tiempo que se esconde entre las… Los pájaros, el sol que sucede A tu garganta oscura. ¿Es también Tu mano temblorosa la que cruza

Lo que quiero decir Es que no tengo nada que decir Que todo lo que digo Lo digo solamente Solamente lo digo

Toda máquina es inútil De nada sirve multiplicar La mirada o retardar La velocidad del dolor Desde hace millones de años

Apoye suavemente la cabeza En una almohada Sonría un minuto solamente Imagine que no existen El bien ni el mal

Levanto una mano A la altura del ombligo y con la o… Sostengo el hilo ciego que me llev… Hacía mí mismo. Penetro en corred… Me estrello contra bilis nervios e…

Todos los objetos del mundo Son horribles pajarracos Que me acechan por doquier En forma de zapatos llantas Platos rotos bicicletas

Todo es París para mí Y Roma es también Nueva York O Lima. En todas partes respiro Me pongo un pantalón y sonrío En todas pates me levanto

Puede ser que Dios sea una esfera Tan grande pero tan grande Y a la vez tan pequeña Que nunca podremos verla Ni tocarla. Puede ser también

¿Conoces tu cuerpo esfera… esfera de la noche Huracán solar conoces tu cu… Conoces tu cuerpo conoces Tu admirable cabeza tus piernas mo…