#EscritoresPeruanos
En el sombrero de fieltro de Beuy… Hay un conejo asustado Que se llama vida Hay una flor de margarina Dos o tres gotas de sangre humana
Fantasma que estás en el harpa y l… En bajorrelieves de música o torre… Hiciste tu tumba en un piano, fant… Entre cuerdas doradas el fauno son… Te sopla los ojos en globo a la lu…
Puede ser que Dios sea una esfera Tan grande pero tan grande Y a la vez tan pequeña Que nunca podremos verla Ni tocarla. Puede ser también
Adoro tus piernas desnudas Adoro todo lo que nace Y lo que muere entre ellas Hay un manantial de aguas sagradas En su centro de mariposa
Óyeme tierra, así, escribiendo así… En la espesura de pámpanos dormido… Mi pecho frío junto a mis intestin… Se ha cuajado. Mis dedos alhajado… Buscan el Árbol de la Noche, clav…
Quién sabe en qué brazo divino, al… La oscura vivienda terrestre repos… Cuando sobre la nieve de casas dor… El mágico gallo su alba sostiene,… Dorado que asoma en la noche. Ser…
Cerebro de la noche, ojo dorado De cascabel que tiemblas en el pin… Yo soy el que llora y escribe en e… Palomas y níveas gradas húndense e… Y ante mi cabeza de sangre pensand…
Escucho su muerte resonante ¡oh mo… Como glauca música, y mi respeto e… Y oscuro como la oruga ante el sol… Yo soy el desdichado aceite que re… En una grieta de la tierra.
La masturbación es un caballo blan… Galopando entre el jardín Y el baño de mi casa La masturbación se aprende Mirando y mirando la luna
Si la mitad de mi cuerpo sonríe La otra mitad se llena de tristeza Y misteriosas escamas de pescado Suceden a mis cabellos. Sonrío y… Sin saber si son mis brazos
Hoy me despido de mi patria Siempre salada y luminosa Gracias a su pescado Y a la divina espuma De mi infancia en el océano
Cubro tu cuerpo Con una sábana blanca Sobre un lecho sombrío Y el único fulgor que veo Debajo de ella es tu hermosura
Ya todo se hace velozmente El rocío Se fabrica en un minuto La mirada ya no es necesaria Y en su lugar
Todos los árboles y los pájaros de… Saben el nombre de Giuliano Porque Giuliano habla Con todos los árboles y los pájaro… De Celle. De vez en cuando
Sobre los puros valles, eléctricos… Tras las ciudades que un ángel dil… En el cielo, cargado de heces somb… El joven oscuro defiende a la jove… Contemplan allí el verde, arcaico…