Como un regreso
Bastaba un gesto para regresar
a aquel lugar en el que nunca estuve.
Y sus alas se abrían entre abismos,
los valles de su sed, las cinco llaves,
los surcos donde se hace estela el mundo.
Bastaba un gesto para alzarse,
y hundir el cuerpo en sus auroras,
sin darles, a las sombras, su cimiento.
He soñado un lugar
donde el levante tiende sus caminos,
donde llegar con poco es
la riqueza
de dejar tanta tierra tras mi nombre,
dar nombres de un hogar a quien lo entierre.
Porque allí, en aquel lugar,
bastaba el mundo.
Bastaba
que tus dos manos se abriesen
y dejar en sus líneas mi destino.
De La lumbre del barquero (Olé Libros, 2021)
