Singbarer rest
PAUL CELAN
#EscritoresEspañoles (1977-1992) (1989) Al Material del dios lugar memoria
Hoy andaba debajo de mí mismo sin saber lo que hacía. Hoy andaba debajo de la pena con risa inexplicable. Hoy andaba debajo de la risa
Convertir la palabra en la materia donde lo que quisiéramos decir no… penetrar más allá de lo que la materia nos diría si a ella, como un vientre,
Hablaba de prisa. Hablaba sin oír ni ver ni hablar. Hablaba como el que huye, emboscado de pronto entre falsos f… de simpatía e irrealidad.
El sur como una larga, lenta demolición. El naufragio solar de las cornisas bajo la putrefacta sombra del jazm… Rigor oscuro de la luz.
A usted le doy una flor, si me permite, un gato y un micrófono, un destornillador totalmente en de… una ventana alegre.
Ahora, amiga mía que una flor de papel preside el a… que el aire se deshace en dulces p… de jadeante miel en tus rodillas, ahora que no hablamos del otoño
Con las manos se forman las palabr… con las manos y en su concavidad se forman corporales las palabras que no podíamos decir. Ya te acercas otoño con caballos h…
Cuando te veo así, mi cuerpo, tan… por todos los rincones más oscuros del alma, en ti me miro, igual que en un espejo de infinita… sin acertar cuál de entre ellas
Hay una leve luz caída entre las hojas de la tarde. Dame tu mano y cruza de puntillas conmigo
Cuando ya no nos queda nada, el vacío de no quedar podría ser al cabo inútil y perfec…
Cuando el amor es gesto del amor y… vacío un signo solo. Cuando está el leño en el hogar, mas no la llama viva. Cuando es el rito más que el hombr…
Debo morir. Y sin embargo, nada muere, porque nada tiene fe suficiente para poder morir. No muere el día,
No quiero más que estar sobre tu c… como lagarto al sol los días de tr… Se disuelve en el aire el llanto r… al pie de las estatuas recupera la hiedra
La lluvia como una lengua de prensiles musgo… parece recorrerme, buscarme la cer… lamer el eje vertical, contar el número de vértebras que…
Aquel vientre era para ser observa… pues bajo el cristal cada pequeño… cada rugosidad se hacía multiplicado labio. El amor, demasiado brutal,