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Lugar (2)

A la mesa me sirvo un plato de arroz blanco con buganvillas

En el alféizar una maceta de geranios (aún no son
[comestibles) al pie crece la
madreselva en una gran tinaja: y el búho mira,
se ensimisma la tórtola en su doble diapasón,
calla de pronto: el día y la noche, cuál viene
primero.
Como, tengo paciencia, mastico de la flor y del pájaro,
[me desgrano: una gran
fuente de olor de calabaza en el centro de la mesa. Esta
vez tengo hambre. Ese ensueño. Y de su ensueño
a la boca me llevo otro puñado de arroz blanco,
buganvilla, flores y frutos, la mirada del búho
insiste en el crecimiento de la madreselva.
Dormí. Dormí buena parte del día y dormí esta vez toda la noche: cantó el
gallo, abrí los ojos por esta vez en verdad de un extremo a otro
del rostro o tal vez de la mirada.
Entraron por la puerta cancela de una casa de campo los enjambres y de una
manada alguna bestia desorientada: y le di de
[comer de la mano.
Estoy hecho de porcelana, tengo fondo liso, soy
[cóncavo: picotean, zumban,
ríen y se desgranan en el calor del aire; anda, mosca, vete.
Y la vaca pasa su lengua por mis brazos mi rostro,
hombros y cavernas; áspera lengua: y rumia flores,
bayas, blancos puñados de arroz, muge y excreta
(muge y excreta) no sé en qué sitios y vegetaciones,
masticamos.
Preferido o celebrado por...
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