#EscritoresEspañoles
He mirado tu desnudo flotar en las tranquilas aguas de mi esta… Corres hacia la flor, hacia la nub… de un paraíso y brilla tu desnudo,… que ha dorado en la sien el humo d…
En las noches lascivas, amables, s… nos miran desde el lecho vibrantes… desde el lecho que ha sido la gónd… donde el amor dejaba sus rosas esc… En las noches lascivas nos miran i…
Todos sufren por ver tu corazón, se acercan a tu casa con las pared… se mecen en la música de aquel vie… en donde naces. Y tu alcoba se inu… de amistosa cadencia…
Repica el agua en la verde maleza que ahoga las tumbas de los antepa… estelas inclinadas y hundidas en l… llevan grabadas frases que en su v… los muertos idearon. Sentencias y…
Delgada es esta tarde de julio, inmóvil, asida a las columnas que se alzan sobre la hierba blanda
Por los aires sombríos de la noche de octubre va mi dolor
Jamás la vida breve abrió para tus plantas sus hojas grandes, ni sus rojas flores; ni derramó en tus días
Este sol va dorando lentamente mi… que es un raro navío que ha perdid… de tristeza se duelen abatidos vel… porque la brisa esconde su ráfaga… Esta tarde se incendia lentamente…
Sé que mi corazón alguna tarde recordará estas aguas quietísimas del Mar de Mármara y este liviano encantamiento azul del cielo que las sueña. Sé muy bi…
Guarda mi corazón el balanceo de las altas palmeras, que un aire… agita en la noche benigna. Siento en mí sus raíces nutrirse d… y que sus altos troncos, ingrávido…
Sombras por las esquinas de la noc… luna roja de sangre, ojo colérico, que desde el aguacero nos contempl… Noche de las sirenas, mar de invie… luces lejanas figurando astros,
Hay versos que guardaron la nostal… de hermosos cuerpos que abracé otr… y que aún avivan la memoria, inerm… de muchos besos y de algunos nombr… En otros aún resuenan las semillas…
Yo noté que apretabas, Florinda,… que tus manos me hacían resbalar h… que tu poma dulcísima me estallaba… y tus brazos me alzaban para siemp… Yo noté que rondaba tu manzana red…
Asciende lento el humo de las gran… en la hora impalpable del otoño. La rapaz en el surco devora su cap… y la sangre, aún caliente, tiñe su… El leñador se marcha con la chaque…
Es la hora del regreso: el camino que verde desafiaba a la… habrás de desandar en esta hora no… Te alumbrarán las débiles luciérna… y las cumbres lejanas vigilarán tu…