ODA VI
#Españoles #Odas Anacreónticas
Suelta mi palomita pequeñuela, y déjamela libre, ladrón fiero; suéltamela, pues ves cuánto la qui… y mi dolor con ella se consuela. Tú allá me la entretienes con caut…
Cuando la sombra fúnebre y el luto de la lóbrega noche el mundo envue… en silencio y horror, cuando en tr… reposo los mortales las delicias gustan de un blando saludable sueñ…
Rectórico molesto, deja de persuadirme que ocupe bien el tiempo y a mi Dorila olvide. Ni tú tampoco quieras
Señor, a cuyos días son los siglos instantes fugitivos, Ser Eterno, torna a mí tu clemencia, pues huye vana sombra mi existenci… Tú que hinches con tu espíritu ine…
Bajo una erguida populosa encina, cuya ancha copa en torno me defien… de la ardiente canícula, que ahora con rayo abrasador angustia el mun… tu oscuro amigo, Fabio, te saluda.
Al ir a despedirme, temiéndose mi olvido, me dio para memoria Dorila un Cupidillo: diciéndome: «En mi seno
Al prado fue por flores la muchacha Dorila, alegre como el mayo, como las Gracias linda. Volvió a casa llorando,
Los ojos tristes, de llorar cansad… alzando al cielo, su clemencia imp… mas vuelven luego al encendido llo… que el grave peso no los sufre alz… Mil dolorosos ayes desdeñados
Ya de mis verdes años como un alegre sueño volaron diez y nueve sin saber dónde fueron. Yo los llamo afligido,
Dichoso zagalejo, por aquel verde valle bajaron tus amores, bajaron a buscarte. Cogiendo flores iba,
Merced a tus traiciones al fin respiro, Nice; al fin de un infelice el cielo hubo piedad. Ya rotas las prisiones,
¡Con qué indecible gracia, tan varia como fácil, el voluble abanico, Dorila, llevar sabes! ¡Con qué movimientos
Parad, airecillos, y el ala encoged, que en plácido sueño reposa mi bien. Parad y de rosas
Ya me [he] mis dulces años como un alegre sueño veintitrés han volado sin saber dónde fueron. Yo los llamo afligido,
Salud, oh sol glorioso, adorno de los cielos y hermosura, fecundo padre de la lumbre pura; oh rey, oh dios del día, salud; tu luminoso