#Españoles #Odas Anacreónticas
Tímido corzo, de cruel acero el regalado pecho traspasado, ya el seno de la hierba emponzoñad… por demás huye del veloz montero; en vano busca el agua y el ligero
Pensaba cuando niño que era tener amores vivir en mil delicias, morar entre los dioses. Mas luego rapazuelo
Al partir y dejarla, medrosa de mi olvido, me dio para memoria Dorila un Cupidillo, diciéndome: «En mi seno
Cuando a mi pobre aldea feliz escapar puedo, las penas y el bullicio de la ciudad huyendo, alegre me parece
La rosa de Citeres, primicia del verano, delicia de los dioses y adorno de los campos, objeto del deseo
Pues vienen Navidades, cuidados abandona y toma por un rato la cítara sonora. Cantaremos, Jovino,
¡Cuál vaga entre las flores el céfiro süave! ¡Cuál con lascivo vuelo sus frescas alas bate! Sus alas delicadas,
Salud, oh sol glorioso, adorno de los cielos y hermosura, fecundo padre de la lumbre pura; oh rey, oh dios del día, salud; tu luminoso
¿De dó tus quejas vienen, o dulce tortolilla? ¿El bien perdido lloras? ¿o en blando amor suspiras? Amor, amor te inflama.
¡Cómo se van las horas, y tras ellas los días y los floridos años de nuestra dulce vida! Luego la vejez viene,
Pensativo y lloroso, contemplando cuán tibia Dorila mi amor oye por hermosa y por niña, al margen de una fuente
«Segadores, a las mieses, que ya la rubia mañana abre sus rosadas puertas al sol que de oriente se alza. »Un vientecillo agradable
Cuando la sombra fúnebre y el luto de la lóbrega noche el mundo envue… en silencio y horror, cuando en tr… reposo los mortales las delicias gustan de un blando saludable sueñ…
¡Oh dulce tortolilla! no más la selva muda con tus dolientes ayes molestes importuna. Deja el arrullo triste,
Sueltas avecillas que al amanecer mil alegres salvas canoras me hacéis: si dulces trináis