Sobre el Anden
Aquí y en este paso, la voluntad de
mis dedos curiosos recorriendo la
cascada y la pared, aquí y ahora
en el simiento de la pezca en un
incontrolable deseo por beber
de la poesía, por hablar de
ella y cantarla y soñarla.
Sobre el anden que se debatan
los monstruos marinos, y los ángeles
de fuego lloviendo andan por la
pista de humo que recubre los
ladrillos, sobre este anden de
cascadas tormentosas y de fluviales
de orgasmo, aquí y ahora, en el ladrar
de los perros y el bostezar de
los curas, allí en la esquina de ese
anden cualquiera en el que la
iglesia fomenta su horda convincente
y marital por dar cultivo a
los faltos de labios y de espacio.
Aquí en este paso insurgente,
leal y detonante, en donde
la poesía lame la
calle y fornica con el anden.
