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Desde esta niña:::...

“Homenaje a mi amado abuelo Evaristo Otero Rosa.”

Si tan sólo pudieras verte desde esta niña, quizá me entenderías, al menos te aproximarías a este inminente duelo.
 
Tú, mi pilar, mi pronto auxilio ante los días más grises. Que entre tus brazos me cargaste hasta este choque lateral, que nos toca las más profundas fibras del sentir.
 
Si tan solo te vieras desde esta niña, te enterarías que vivo y viviré con el orgullo afinado, con la frente en alto y con firmeza, porque si algo me enseñó tú mano, lo fue... a tener fuerza.
 
Desde mis primeros pasos, hasta las largas horas de pláticas sobre las causas sociales. Desde ese lápiz que me educó en letras, hasta los cuadros pintados, que para ti, siempre eran una obra maestra.
 
Intento no entrar en melodrama, aún cuando me lo enseñó tu intelecto.
Sólo quiero que te enteres, que por tu vida, la mía tenía cuentos.
 
Si sólo te miraras como yo te veo, verías la grande estampa de que no eres solo mi abuelo... No, eres mucho más... eres mi cielo.
 
Con tu humor llenabas el teatro entero, tú voz me alentaba a ser mejor, no por orgulloso, sino por amor.
 
Las melodías que quedan impregnadas, sin contar lo tanto y tanto que no se puede tal vez contar.
 
Es que eres mi grande, mi roca, eres lo que ni sé cómo enunciar. Hasta dónde falló mi vergüenza, tú celebraste la vida que estaba por llegar.
 
Nada puede reemplazarte, nadie se allegará. Solo espero que sepas cómo se te va a extrañar.
 
Si te vieras desde esta niña, te pido desde aquí, déjame llorar. Porqué se me avecina una gran tormenta, el telón está por bajar.
 
La impotencia de saberse y sin poderle cambiar, pero cómo bien me educaste, la función debe de continuar.
 
Ya lo sé, estás cansado, ha sido largo tu andar. Que vida y que pisadas, dejabas sin titubear.
 
Si te vieras desde esta niña, entonces me entenderás, porque siento recelos de los cielos que te esperan y yo solo con tu recuerdo me tendré que conformar.
 
¡Vida de mi vida si tú te vieras desde esta niña! Entonces y sólo entonces verías, que tu partida no es pérdida, sino que para mí, siempre celebraré tu vida.

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