#Españoles
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
No solo eres guapo, fuerte y listo, sino que además de conciencia ni una pizca
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo
Vencido, una vez más. Por el amor… el odio, o por la vida que no hace concesiones ni da treguas. Aquí, en la esquina de un siglo
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
Mujeres como tú son las que consiguen que se declaren las guerras y que algún general
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
Un paquete de tabaco, un libro de poemas, cuarenta duros para tomar unas cervezas... Poca cosa, es verdad:
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Después de haber visto el mundo, a través de una botella, durante más de quince años, ahora –pasada ya la cumbre de la r…
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,