#EscritoresEspañoles
Mujeres como tú son las que consiguen que se declaren las guerras y que algún general
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Ya poseemos casi todo lo que nos iba a hacer felices. Puede decirse
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
Es lo que tiene, el amor: empiezas siendo el galán protagonista
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,