Viajando con un sinfín de cosas a mi alrededor pero igualmente sintiendo duda de que veo, ¿Qué somos y de dónde venimos?... La realidad se desdobla y reacomoda para mostrar solo lo que me quiere permitir ver... ¿En qué debo creer?

Montón de rutas sin un principio determinado como verdadero, acompañadas de una aberración de finales turbulentos que, realmente, no llevan a nada más allá de la especulación y paranoia colectiva por el temor al mañana, ¿A qué nos debemos como especie racional?

Críticas sociales, misterios sobrenaturales y caminos aberrantes son solo una consecuencia del camino que la humanidad está trazando. Como diría Sagan: Somos un conjunto de estrellas que piensa sobre las estrellas. Somos la forma en que la que el universo se piensa a sí mismo.

Nosotros mismos volcamos nuestra propia ruta un constructo; jugamos con las etimologías y creamos mapas de ficción abstracta la cual queremos hacer ver como si fuera real.

Y si te dijera que nada de lo que ves y sabes es lo que parece.

Quizás escuchaste la frase antes, pero, ¿Te detuviste a analizarla?

El camino a seguir no es más que un circo de tergiversaciones y malversaciones que se reponen ante sí mismas para dar nacimiento a un nuevo esquema que se teje en la ironía y el desastre.

No entras en el esquema, eres parte de el, y dependiendo de como decidas moverte en el sistema se determinará tu factibilidad y utilidad como ente individual ante la sociedad; hará que puedas cumplir tus metas sin romper el sistema pero nadando a contracorriente.

No te detengas y simplemente analiza tus alrededores antes de tomar una medida. El camino es mucho más confuso y turbio de lo que parece...