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El regreso

Lo lacónico de vivir es que es un ensayo permanente
no puedes dejar de hacerlo por simple deseo.
Es un proceso que dispara todos los sentidos
y se alinean en el punto infinitesimal de tu existencia.

Me quería morir de pura sin razón
sin embargo, no era capaz de transgredir el equilibrio mental,
era fatuo desgonzar el pensamiento y ensayar un porqué;
solo había tiempo para discutir estupideces.
 
Del cómo, del porqué, del lugar, parecía irrelevante.
Uno se levanta con ganas de vivir
pero termina el día más muerto que vivo
eso lo sabía justo el momento en que deseaba morir.
 
Lo lacónico de vivir es que es un ensayo permanente
no puedes dejar de hacerlo por simple deseo.
Es un proceso que dispara todos los sentidos
y se alinean en el punto infinitesimal de tu existencia.
 
Cierto o falso obedece a una fuerza extraña
no controlas el umbral de tu conciencia.
Todos los seres vivos son irreverentes a la muerte
catapultan su existencia por encima de sus deseos.
 
Cuando caigo en la inconsciencia dejo de existir
por unos momentos tengo el poder de decidir
si vuelvo a mis fueros o me quedo en el limbo.
Necesito más de una razón para volver a vivir.
 
Esto es algo que lo conocen los alucinados
es como la burbuja sicotrópica en la que te embarcas
gime como un tren halado por mariposas
de multicolores recorriendo la galaxia.
 
El grito se extraña del silencio
están divorciados en los extramuros de una coexistencia:
son dos y uno a la vez. Cóncavos y convexos,
es más que solo decir lenguaje y vocablo.
 
La ruina de mi existencia empezó el mismo día
que recibí el mágico insuflo de vida.
Mis pulmones estallaron en una chispa vibrante
que hicieron saltar a borbotones mi llanto.
 
Después de cortarme el cordón umbilical
el goce de mis células fue adaptarse al nuevo entorno
más destenso, pero más riesgoso,
todo lo podía devorar y todo me podía devorar.
 
Cada vez me es preciso conocerme más a mí mismo,
mucho más que a los demás. Es la entelequia
de la felicidad, de lo infinito, de la expansión.
Del ir y venir del polvo en un infinito trajinar.

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