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LA RISA

Deja que suelte mi más sonora carcajada
Deja que la risa irónica y punzante hiera el silencio
Deja que socave los ríos del llanto y vuelquen su roció
sobre los surcos de mi cara por reír tanto.
 
Si; solo la risa cura. Su bálsamo suave cuando no gime
nos da gozo y llena de ternura. Más si la risa es un alarido
como el grito de un poseído espanta hasta el miedo
pues, aunque estes riendo en el fondo de dolor estas muriendo.
 
Ríe que, de todos tus actos, reír
es el menos reñido con tus sentimientos.
No importa cuán desagradable sea la pena
siempre reiremos como si la vida fuera una verbena.
 
Ríe cuando tu amada abandone el lecho
pues la suerte está echada y voltearas al cielo
rogando que tu corazón deshecho
ría, ría suavemente para evitar el hielo.
 
Pero si eres tú el que se marcha de prisa
y dejas a tu amada a la suerte de un amante
no dejaras huella de tú risa
ni hallarás en tu risa el consuelo elegante.
 
Ahora que el mundo ríe las injusticias
marcadas por el dolor de las muertes
no hay cementerio en que las risas no repiquen
las campanas de los que no corrieron con suertes.
 
Hoy me estoy riendo de mí mismo
de mi propio acto circense, de mi congoja
de mi estilo demencial, de mi altruismo
todo puede parecer una simple paradoja.
 
Reiré hasta el último minuto de existencia
invitó a todos los que me amaron a reír
la risa será como un acto de condolencia
de quien riendo sabe que se hace sentir.
 
No olviden que la risa es la sal
del sabio dolor que enseña y nos muestra
donde está el camino del panal
es la aprendiz de la felicidad y también la maestra.

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