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El DIGESTO, o Los consejos y advertencias de un padre al hijo que parte a recorrer el mundo en la primavera de 1771

Monólogo teatral contentivo de un tratado extractado de teología, de jurisprudencia, de filosofía existencial y de filosofía política en que el personaje principal, el barón de Diedricht, refuta la teoría social contractualista de Thomas Hobbes, John Locke y Jean-Jacques Rousseau, así como la teoría separacionista del barón de Montesquieu, entre otras curiosas e inescuchadas proposiciones y refutaciones.

.
 
DRAMATIS PERSONAE
—————
EL BARÓN DE DIEDRICHT, que alecciona.
SU HIJO (éste escucha paciente y con atención, sin articular palabra).
—————
 
ACTO ÚNICO
ESCENA ÚNICA
 
Sala familiar. Centro de París. 1771.
 
.
 
 
 
                     (SE ELEVA EL TELÓN)
 
 
 
EL BARÓN DE DIEDRICHT:
 
Mi hijo, ya estás crecido...
Oye el consejo primero:
Para rodar por el mundo,
sé sabio o lleva dinero.
 
Lo acabado de decir
se lee de esta manera:
Todo traspié cometido
lo paga la faltriquera.
 
*
 
Otrosí, ¿sabes?, el oro
guarda bondades secretas:
no hay dama que aturda a tantos
ni ujier que te abra más puertas.
 
*
 
La mano empapada en oro
pronuncia un abracadabra:
su fulgor dorado compra
el silencio y la palabra.
 
*
 
...Observa cómo dispuso
el designio de los hados
que tantos mueran vendidos
cual tantos viven comprados.
 
*
 
Ser sabio o llevar dinero,
aunada dicotomía:
Empleas dijes de oro
o aplicas sabiduría.
 
*
 
...No busques mandos ni glorias,
no esperes fama o renombre,
no invoques hadas ni creas
en la justicia del hombre.
 
 
*
 
¿Tus convicciones? ¡muy tuyas!
¡Desgájate del rebaño!
Y duda de cuanto brilla...
(así se enluce el engaño).
 
*
 
Nunca solicites nada
gratuito. Quien solicita
ha de saber: el favor
va a quien no lo necesita.
 
*
 
Hijo, si te sobrecoge
alguna calamidad,
no la pregones al viento
ni muestres necesidad.
 
*
 
En adversidad sé fuerte,
resiste, levanta el ánima,
no te abandones al llanto
ni busques paño de lágrimas.
 
*
 
Siempre hallarás un amigo...
dentro de ti; y tienes otro
(siempre tendrás ese amigo)
grande y Todopoderoso.
 
 
 
*
 
Hijo, si dices verdad,
no fíes en que se aprecie;
adviértelo: a tu escuchante
más valen sus intereses.
 
*
 
Hijo, si dices verdad
(escucha bien, no te asombres),
no hallarás perla en el suelo
ni lugar entre los hombres.
 
*
 
Para que no se te tilde,
a ti, de “traba” o “estorbo”,
mejor no digas verdad,
muchacho, que el mundo es sordo...
 
*
 
Si quieres ver la verdad
hallada por otro rumbo,
te la diré: Es la verdad
el Gran Engaño del Mundo.
 
¿¿Contradicción??  Mira, hijo:
creemos, si nos conviene...
Al ser así, cada hombre
¿no jura que ya la tiene?
 
*
 
Hijito, ¿quieres medrar
o ser el centro de mira?
Despega de esta verdad:
¡adhiérete a la mentira!
 
*
 
¿Deseas ver tu talento
juzgado “excelso" o "grandioso”?
...Prueba, primero, apretar
la mano del poderoso.
 
*
 
No hables frente a los necios;
callarnos mejor conviene:
el valor de tu palabra
lo miden por lo que tienes.
 
Así, a criterio de necio
—centrado en “tiene” o “no tiene”-,
serás un tonto o serás...
¡Pítaco de Mitilene!
 
*
 
Llámese “noble de Atenas”,
dígase “bravo de Esparta”,
el necio, toda alma entera...
silencia; o mejor: se aparta.
 
*
 
No veo mal si decides
guiarte por religión
—no a pie juntillas—, pues, hijo,
lo importante es la intención:
el ansia de elevación...
 
¿Cómo pedir al durazno
dar el fulgor de la rosa
y exigirme a mí –hombre llano–
pensar mejor que Spinoza?
 
*
 
...Si has de llevar religión,
de fe y razón hazte aliado
y lleva tal religión
como quien lleva un cayado.
Cayado es vara de fe;
razón redonda tus plantas.
Con el cayado te apoyas
y luego tú lo levantas
para asentarte en tus pies;
vuelve el cayado otra vez,
y nuevamente tus plantas,
una y otra y otra vez,
al tanto y tanto de tantas...
 
*
 
Reniega de todo credo,
duda de la religión,
si quieres..., pero, hijo mío,
no dudes: Existe Dios.
 
Esta recomendación
dóytela por mis aprecios...
y porque negar a Dios
es franco oficio de necios.
 
*
 
Si es propio de cada regla
venir con una excepción,
te diré: Dios tiene todo;
todo, menos religión...
 
Mas la excepción a la regla...
¿no hace una regla?  A tal modo,
por la regla inversa, Dios
engloba y contiene Todo.
 
Ergo, si todo contiene
se hace razón de razones
que, por extensión, contiene
a todas las religiones.
 
*
 
Hijito, ¿sabes cuál es
la religión verdadera?
La que quieras.
 
*
 
La rueda, el carro, el reloj,
el verso, el hiato, el pronombre,
el credo, la religión:
fasto instrumento del hombre.
 
*
Unos niegan con encono
a Dios con vanas razones
cuando dígnanse impugnar
al Dios de las religiones.
 
*
 
¿El Dios de la religión
es Dios?  A mi parecer,
el Dios de la religión
resulta ser y no ser.
 
Aqueste ser y no ser
de Dios en la intelección
da por el hombre entender
por canto o por narración.
 
Por ende, cada cultura
entona una narración;
cada grupo humano o crea
o adopta una narración.
 
Se revela verdadera...
y vale, una narración,
si actúan razón y fe
e inocencia y convicción.
 
¿Cómo se conoce a Dios?
Por leve aproximación.
Para el hombre, Dios no es
objeto de aprehensión,
siendo Dios ilimitado
y él hombre, limitación.
 
*
 
Fervoroso, el feligrés
fuerza la fe a la razón;
mas, por inercia, a la fe...
se llega por la razón.
 
Es propio de la razón
llevarte al acto de fe,
mas antes que envilecido
prefiérote feligrés.
 
*
 
Dejemos que la Razón
sondee a Dios y lo intuya:
El Dios verdadero es
lo que hace que todo fluya.
 
*
 
Dios es el Todo, en simétrica
acción de voz y mutismo;
el Todo.... cual si dijera....
«hablando consigo mismo».
 
*
 
Dios es equis tal que equis
en autodefinición
es parte y Totalidad
en permanente expansión
 
(tal permanente expansión
nos da la noción de tiempo;
el tiempo es más que reloj;
el tiempo: Dios expandiéndose).
 
*
 
...Dios, diáfano surtidor
dándose en modo verbal:
premisas y conclusión
de la Absoluta Verdad...
 
 
*
 
Hijo, la indisposición
no la levantes o atices;
en temas de religión
tú nunca te fanatices...
 
*
 
Los estatutos divinos
se asumen cual los axiomas;
pero las leyes humanas....
se observan y se cuestionan.
 
*
 
La autoridad de la ley
deviene del legislar...
Un juicio certero es ver
a Dios como un legislar...
 
 
*
 
Mucho cela el legislar
el poderoso....
                               A saber:
si descuida el legislar
se perderá su poder.
 
*
 
La función del legislar
se la queda el poderoso;
si cediera el legislar
ya no será poderoso.
 
*
 
...Al texto de ley lo rige
el dedo del dictador;
a par es el testamento:
a gusto del testador.
 
*
 
Legisla el legislador
en nombre del poderoso.
¿Es transitiva esa ley?
( la habrán de cumplir los otros...)
 
*
 
Para hablar al poderoso
se cuidan las inflexiones;
si la inflexión no alcanzara,
se añaden genuflexiones...
 
Que la inflexión en tu hablar
no torne en genuflexiones;
sostente firme, hijo mío,
y erguido en tus posiciones.
 
 
*
                          (Aparte, hablando esta vez para sí o para un personaje imaginario; o tal vez como exclamación retórica).
 
¡Comensal menesteroso:
conviene ser poderoso;
si tu hambre fuera dinero
—espejo del usurero—
te servirían primero!
 
*
 
                      (Retomando el discurso; hablando otra vez de manera directa al hijo).
 
 
Dirá un juez en ejercicio,
ante un hecho contencioso:
“Mas fácil doblo el acero...
que el brazo del poderoso”.
 
*
 
¿Por qué habla el poderoso
una palabra de rey?
Hijo mío, el poderoso
es el que dicta la ley.
 
*
 
Me dirás: “¡Pero la ley
la dicta el legislador!”
Hijito, es el poderoso
quien pone al legislador.
 
*
 
¿Que la ley del Parlamento
sopesa el primer ministro?
Hijito, ¡es el poderoso
quien pone al primer ministro!
 
*
 
Dirás: “El primer ministro
se escoge en las votaciones”.
Hijito, es el poderoso
quien monta las votaciones.
 
Dirás tú: “Tal dominancia
daña un sistema político...”
Hijo mío, el poderoso
ES el “sistema político”.
 
*
 
(De vuelta a los escrutinios:
Se apuesta a corzo o venado;
los prohombres de torneo
ya están preseleccionados;
¡por tal, harán indistintos
e iguales, los resultados!
Detrás, prosigue el Poder:
ni en peligro ni arriesgado).
 
*
 
¿Que parlan los publicistas
de equilibrio de "poderes”?
Soberano, el poderoso
“equilibra” cuanto quiere.
 
*
 
¿Que hay naciones en el mundo
con un sistema de rey?
Si el rey no es el poderoso,
es éste quien pone al rey.
 
*
 
¿Por qué lanza el poderoso
una mirada de orgullo?
Él mira a los Parlamentos,
y sabe: todos son suyos.
 
*
 
“A los lores, los honores...”
¿Juras, jurista Loysel...?
¿vendrá a los legisladores?
¡juegan tan bien su papel!
 
*
 
De aparcería, el acuerdo.
Corresponde a cada socio:
sillón, al legislador;
la curul, al poderoso.
 
*
 
¿No es la del poderoso
palabra definitiva?
¡Lo es!, pues mira la ley:
hecha a su exacta medida.
 
*
 
El soldado, el congresista,
la prensa, el cura y el juez
y el ministro y el cronista
y el preceptor y el sofista:
¡piezas de un mismo ajedrez!
 
 
*
 
Renuncia a ser juez de nada,
de nadie, pues si te ponen...,
hijo mío, solo esperan
que apliques cuanto disponen.
 
*
 
Si buscan hacerte juez,
declina con pragmatismo.
Mi hijo, solo eres juez
cuando juzgas por ti mismo.
 
 
*
 
Al juzgar en nombre propio,
sigue esta regla de tres:
como cada parte aduce...
exactamente no es.
 
*
Sé justo, y al dar justicia
usa este alto sentido:
ni ayudes al opresor
ni fíes del oprimido.
 
*
 
No acudas a la justicia...
ni afanes en ver a jueces:
aumentas lucro cesante,
agravas daño emergente.
 
*
 
¿Te valen bien tus derechos?
Esto te valga, tal vez:
ampara más que el Derecho
el guiño oculto del juez.
 
Huye de las controversias,
de las pendencias gratuitas...
Compruébalo: todo pleito
lo ganas cuando lo evitas.
 
Fíjate bien donde pisas,
haz no nacer el problema,
sé cuidadoso, mantente
distante de ese sistema.
 
 
*
 
¿Cuál, el saber de la ciencia
llamada Jurisprudencia?
El acomodar el hecho
a razones de derecho.
 
 
*
 
¿Vistes, vistosa, la toga
de una instaurada Justicia?
Hijo mío, te hallas a....
servicio de la injusticia.
 
 
*
 
 
 
Se exige todo filósofo
de toda era y edad
—para ser real filósofo—
el desnudar la verdad.
 
*
 
Obliga a quien filosofa
el encontrar argumentos
veraces y universales
y para todos los tiempos.
 
*
 
Filosofía política,
circunstancial aporía:
una cosa es la política
y.... otra, filosofía:
ésta es amar la verdad;
aquélla, trapacería....
(por eso gusta a los pueblos
y encanta a la mayoría).
 
 
 
 
*
 
Si escuchas de Montesquieu:
“Separación de poderes”,
hijo mío, ves un trípode...
¡A un solo poder sostiene!
 
Ah, ¿dice que una nación
debe tener tres poderes
para equilibrio...?
                                      El Poder
no acepta otros poderes.
 
Y tú dirás, hijo mío:
“¡Pues, lo ha dicho Montesquieu!”;
ríete, hijito, si río
y dígote: “Así no es”.
 
Poder es UNO, en su orbe.
No cede, ni acepta tratos.
Los que nombra Montesquieu
son órganos, aparatos,
 
drizas de un mismo bajel...
Sólo por laxa licencia
se emplea el nombre “Poder”,
para crear apariencia....
 
Menuda treta retórica
labraba el barón, con arte:
la parte, parte del todo;
el todo, no de la parte.
 
La practicidad –velada,
mas útil– de su Principio
es hacer ver al Poder
como Dios, el "uno y trino”;
 
hacer ver al poderoso
—amo y señor de la guerra–
a un tiempo que trino, uno:
igual a Dios en la Tierra
                              (Al oído del hijo el verso siguiente, con la posición de la mano y el sigilo de quien dice un secreto)
...llena de testas ingenuas.
 
¿Resiste su razonar,
en pie, la mirada crítica?
¡El pesquis de este barón
tejió una nasa política!
 
...Toda consideración
que a la verdad la desvía
no es sano discernimiento
ni exacta filosofía.
 
 
 
*
 
...Pero te aclaro, hijo mío,
lo oscuro del laberinto:
 
Puede existir un Poder
distinto en orbe distinto.
 
Y puedo ver más allá,
desde mi angosta atalaya:
 
Existen tantos poderes
distintos como orbes haya.
 
¿Se equilibran?, di. ¡Oh, no!
¡Rige la ley del mosquete...!
Un poder... frente a un poder,
lo somete o se somete.
 
¿Orbes de orbes constrúyense?
Prima un orden definido...
con un poder soberano
y los demás sometidos.
 
¿Le compete a la lingüística?
¿será a la semiología?
¡Si hay un vocablo dudoso,
es éste: “Soberanía”!
 
Sintetizo este criterio;
al sintetizar, abundo:
Genuinas soberanías
pocas verás en el mundo.
 
¿Un país de cualquier orbe
será en verdad soberano
con un ejército fósil
de veinticinco cristianos?
 
¿Qué fuerza organiza al mundo?
¿La paz? ¿el amor? ¿la ciencia?
Nada de ingenuo, hijo mío:
lo organiza la violencia
(ya la factual y efectiva,
ya la que resta en potencia).
 
*
 
¿Ves en (y entre) las naciones
alzarse un lapso de paz?
Esa no es paz verdadera;
es violencia potencial.
 
*
 
Poder es violencia y fuerza.
En el mundo solo hay una
sola forma de gobierno,
se llama: la Dictadura.
 
Entre los hombres, ubicuo,
omnipresente este régimen,
este eterno panorama:
los fuertes contra los débiles.
 
 
 
...De algún contrato social
disertaba Thomas Hobbes,
 
y de contrato social
igual predicó John Locke...
 
Ese “contrato social”
también confundió a Rousseau;
 
si admito lo de “contrato”,
es contrato de adhesión:
el fuerte –riqueza y armas–
presenta así sus pandectas,
y el débil... ¿se dijo “pacta”?;
¡firma lo escrito y acepta!
 
Recalco la afirmación:
En el mundo solo hay una
sola forma de gobierno,
se llama: la Dictadura.
 
¿Ves al Poder verdadero
expuesto en lo ya expresado?
Muchos hablan de “poder”,
pero es poder “delegado”,
valga decir: simulado.
 
¿Dónde está el Poder real,
en sentido estricto y lato,
el verdadero, el troncal,
que no el de los aparatos...?
 
¿Cómo defino al Poder,
aquel de saña y violencia,
el subyacente, el real,
y no el de las apariencias?
 
Daré, muchacho, el Poder
en una definición:
Es suma riqueza armada
que ordena continuación
de su eminente dominio
(pugnando prolongación)
sin atender a reparo,
piedad o contemplación.
 
Embébete del perfume,
aspira su quintaesencia...
Poder humano, sus armas:
el engaño y la violencia.
 
 
Poder (potere, posere,
posis, potis...), por cimiento
y por etimología,
implica sometimiento.
 
Atada al poder, por basa,
toda Historia se construye;
y si cambian los supuestos...
la Historia se reconstruye.
 
Construcción-reconstrucción
es dedicada labor
sofista. Como poeta
la cumple el historiador.
 
Mucho se esfuerza el Poder
en aparentar legítimo,
y por eso se acicala
con fábulas de heroísmo.
 
El Poder lustra y barniza
la cuña que lo sostiene:
enaltece y sacraliza
los hechos de donde viene.
 
Dioses, héroes y guerras:
Rómulo, Remo y la loba
Luperca, Eneas y Fáustulo
y Marte.... fundaron Roma.
 
 
¿Y gano, al decirte esto?
¿o pierdo? Como hombre cuerdo
conozco bien lo que gano
y sé también lo que pierdo.
 
Esto pierdo: las riquezas
y honores que el mundo ahínca...
(quien no nace marioneta
con oros ni hilos brinca).
 
Y esto gano, aunque muy presto
en ostracismo me hundo:
Que tú, hijo mío, no pases
como un tonto por el mundo.
 
Por el noble amor de padre,
no quiero verte en labores
ni propias de un engañado
ni propias de engañadores.
 
Que por ambición un día
des en doblar la testuz;
de ambición y fechoría,
hijito, guárdate tú.
 
Habló Séneca de hombres
que a cambio de dignidades
—antinomia, ¿alteridad?—
perpetran indignidades;
 
para subir por el lado
opuesto de ese cateto,
brida para tus pasiones
procura con Epicteto.
 
Cierto filósofo cínico
le dijo al rey-hegemón:
“¿Lo que en verdad de ti quiero?
¡Que no me tapes el sol!”
 
Tal como Alejandro el "Grande”
corre el pensar general:
morir y agotar las fuerzas
en lo que no ha de durar.
 
No te turbe la riqueza
o la ganancia excesiva...
¿Le aprovecha la riqueza
a aquel que está bocarriba?
 
¿Te toca elegir oficio?
Decide, mas con prudencia:
asume una profesión
que afiance tu independencia.
 
¿O prefieres libremente
el escoger tus afanes?
¡Todo, menos la política,
que es cosa de charlatanes!
 
No, por ignorancia (arpía),
eches a andar tras la fama.
¡Mi hijito, es insensatez
degradarse tras la fama!
 
¿La fama he dicho?  La fama...,
¡vengan censura y expurgo!,
la fama es un someterse
a los imperios del vulgo...
 
 
Si tal concierne a la fama,
esto compete a la gloria:
no ha de buscarse, tampoco;
si llega, llegará sola
 
porque esta nunca se alcanza
en vida, ni en Inglaterra
ni en Francia ni en los Balcanes....
Nadie es profeta en la tierra.
 
¿Qué hablaba Bentheim de Shakespeare,
hoy sacro entre las figuras...?
«Shakespeare es una cabeza
saturada de locuras».
 
¿Y Voltaire? ¿fue menos lejos?
Él dijo, entre rudas glosas,
de sus notables tragedias:
“Son unas farsas monstruosas”.
 
...No te venzan galardones
ni lauros ni canonjías
ni gangas, ni los aplausos
con todas sus tonterías.
 
Elude a los gladiadores,
la sangre y el Coliseo,
pues son, la vida del hombre,
solo cuatro parpadeos...
 
Por tanto, ¿a qué someterse
a gradaciones..., a duelo
de jerarquías?  ¡Sé libre!
No arrastres rastras: sé cielo.
 
*
 
Hijo mío, te he mostrado
del mundo el ordenamiento,
pero nunca al poderoso
le guardes resentimiento.
 
Conoce tú; deja al resto
andar su propia jornada...
¡Total! A la humanidad
le gusta ser engañada.
 
 
No funjas de redentor
(no juegues ese papel),
no riñas al poderoso,
que todos quieren ser él...
 
No confrontes al Poder.
Tú eres brisa, y él: Eolo;
si, al soplar, acometiera...
¿cómo podrías tú solo?
 
Ser opresor u oprimido
iguálanse, con certeza,
pues esto en el ser humano
lo da su naturaleza.
 
Si pasas al oprimido
la fuerza del opresor,
tendrás un nuevo oprimido,
verás un nuevo opresor.
 
No te engañes. Ve sin ruido,
sin nublos, sin estridores:
resulta que el oprimido
admira a sus opresores,
 
circunstancia ésta atenuante
(al poderoso le aplica...;
no solo es una atenuante:
de hecho, lo justifica...
 
y él suple función social...
porque si el mundo precisa
de un orden para marchar,
al menos él organiza...
 
y el orden paz preconiza,
y paz es luz... ¡alegraos!,
que toda mente concisa
un orden prefiere al caos).
 
...Ahora, puesto y restado
todo el debe del haber,
tal vez te sientas tentado
a gritar: “¡Viva el Poder!”
 
¡Serénate, pues! ¡Apégate
al ruedo de estas lecciones!
¡Tú nunca arriesgues tu vida
en pro de revoluciones!
 
¿No ves? El mundo es inicuo,
¡gira en eterna pelea!,
y seguirá siendo inicuo
si la barca se voltea....
 
Tampoco serás soldado
e, igual, por netas razones...
¿por qué te harás tú soldado,
si hay miles de profesiones?
 
Matar y morir: ¡la honra!,
¡la gloria!, ¡prez!, y lo otro...
¿Matarás tú, morirás
por el poder de los otros?
 
¡Ni por tu propio poder!
Matar no es acto loable;
antes, conforma el matar
el hecho más despreciable...
 
Como lección de lecciones,
se tomará esta lección:
¡tu vida fuera de juego
en toda negociación!
 
Opino, sí, como padre
—razón, amor, albedrío—:
todas las causas absurdas
no valen el hijo mío.
 
...Hijo, evita los extremos
(la extrema es postura errada);
mas, para creer en todo...
mejor no creer en nada.
 
En disyuntiva de males,
resígnate al mal menor...
y antes que muy liberal
mantente conservador.
 
 
No redimas tú, no enfrentes
al cierzo en el ventisquero,
porque todo redentor
carga su propio madero.
 
 
No prediques a los hombres,
no los convenzas de nada,
que te dicen: “Sí, sí, sí”,
y vuelven a sus andadas...
 
Si hay algo que al hombre nombre
—plena de horror y sentido—
es esa antigua metáfora
de ser un ángel caído.
 
 
 
*
 
Sonríe cuando razones,
y vive por estos modos...
porque quien conoce al mundo,
muchacho, se ríe solo.
 
*
 
Mejor que vender a crédito
por ciento treinta ducados,
prefiere pago contante
de solo trece centavos.
 
*
 
¡Y no has de tomar a préstamo!
Quien osa, se garantiza
cavar, sin cavar, el dédalo,
la fosa en que se esclaviza.
 
*
 
El hecho de ser tocada
no obliga el abrir la puerta,
y no has de llamar “amigo”
a todo el que se te acerca.
 
El condado de Agenais
vio salir un corderillo
de socio con una hiena,
zancada, garra y colmillo.
 
“¡Compadre!” “¡Cófrade!” “¡Amigo!”
“¡Colega y socio estimado!”
...Charlaron, cantaron coplas,
y fuéronse a despoblado.
 
La hiena, al alba siguiente,
relamiéndose volvió.
—¿Qué ha sido del corderillo
—se extrañan—, que no volvió?
 
Lo triste de esta parábola
al tino manda... ¡a que ejerza!
¡No habrás de andar solitario
con quien te exceda en la fuerza!
 
 
*
 
¿Palinuro cayó al agua?
¡Debes dudar, Palinuro,
si a cambio de algo presente
te ofrecen algo futuro!
 
*
 
Aunque te agobie el trabajo,
obstínate en la proeza
de hallar el tiempo, en el día,
de contemplar la Belleza.
 
*
 
Toma este credo por lema
(y en esto seremos dos):
el contemplar la Belleza
como trasunto de Dios;
 
belleza de las palabras,
del cielo, el surco, el amor,
las aguas y las montañas;
del trino, el ave, la flor...
 
*
 
No admires marchas triunfales
cuando despunte una rosa,
no ensalces glorias mundanas
si vuela una mariposa...
 
*
 
 
A ignorar aprende el sabio
con el pasar de las  horas...
Todo el boato del mundo
es nada, cuando lo ignoras.
 
*
 
 
Cata según tu criterio
cuanto este mundo te ofrezca.
No es justo lo que te digan;
justo: lo que te parezca.
 
*
 
Imparte tú la justicia,
impártela, en lo que llega
esa justicia del hombre
fijada a calendas griegas...
 
*
 
Practica el bien. Ejercerlo
eleva la condición
del alma humana. Es el bien
nudo atributo de Dios.
 
*
 
Apiádate del vencido
que ruega, de sus heridas...
pero ¡notad!: hay mendigos
con las cojeras fingidas.
 
*
 
Con la verdad, no pudores;
el desnudarla es honor;
tu verdad... cual la Verdad
de la inmanencia de Dios.
 
*
 
En todo cuanto te ocupes
inclínate a lo excelente,
y el reproche o el halago
lo aceptas del excelente.
 
Si la multitud ignara
posa laurel en tu frente,
tú te pondrás a llorar...
¡muy desconsoladamente!
 
*
 
Palabras como saetas
lanzadas en monumento:
Para pensar claramente
precísase aislamiento.
 
Mas, si acaso te inquietare
la ausencia de compañía,
recuerda: La soledad
ofrece sabiduría.
 
*
 
En tu rodar por el mundo
—pises boscaje o sendero—,
hijo mío, te conduces
en grado de caballero.
 
...En vez de darme una gesta
de fuerza bruta y acción,
dispensa continuamente
miradas de compasión.
 
*
 
Rígete por la equidad,
obvia la liza y la gresca,
¡y elévate!: a cada quien
entrega lo que merezca.
 
*
 
Ten tacto, buenas maneras
y un ser misericordioso:
¿ves desgracia verdadera?;
si puedes, sé generoso.
 
*
 
No se te olvide: Al juzgar
obligan las prelaciones;
lo que deberás juzgar
primero, son tus acciones...
 
*
 
Non draco sit mihi dux,
vade retro, maldad, ¡tirte!
¡Conciencia! ¿Has obrado mal...?
¡Imponte el reconvenirte!
 
*
 
Hijo, guarda mis palabras;
sírvante de vademécum;
y sean, para tu andar,
una especie de digesto:
 
en él hallarás la guía
propicia en cada ocasión;
si acaso no te la diera...
aférrate a la oración.
 
*
 
¿Ves en el plano este círculo?
En el espacio es esfera.
Sin un arriba ni abajo,
te da la igualdad primera.
 
La esfera la hace pirámide
el hombre, y marca su sino:
al colocarse en la cúspide
subvierte el orden divino.
 
*
Pequeño y grande es el mundo;
sabed convivir, por eso.
El mundo es como una cárcel
y todos erramos presos.
 
*
 
 
Toma este dicho terrero,
con él construye tu casa;
clava la espada en el suelo,
convéncete: «Todo pasa».
 
*
 
 
 
Yo soy tu padre, te cuido...
y cumplo con instruirte;
ahora.... ya has escuchado.
 
Hijito, ya puedes irte.
 
                  (Se abrazan los personajes).
 
 
(CAE EL TELÓN. SE ENCIENDEN NUEVAS Y MEJORES LUCES. SE ILUMINA ENTERAMENTE EL TEATRO. FIN DE LA OBRA).

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