A Aída Bonelly
El tiempo niño
El señor Juan Manuel Pérez Oso, vagabundo taimado y tranquilo, se complace en rondar por el parqu… y en dormir siete noches al hilo. Si trabajo le ponen delante,
Veo sus manos desprendidas, solas, moviéndose al compás de la su músi… Es así. No preguntaré dónde está su cara
En las dos largas filas de escolar… solemnes, al pie de la bandera, tú la primera, yo el primero. No supo nadie, ni maestro ni alumno aprovechado,
Oigan las aves del cielo, sepan los peces del mar que, como es tu cumpleaños, hoy vamos a celebrar. Me alegra tu cumpleaños,
Llorando va un pastorcillo, llorando pasa, llorando; de tanto llorar ya lleva todo su cuerpo mojado. —¿Quién te ofendió, pastorcillo?;
Este libro de Claribel Díaz es historia de vívidas sensaciones vividas y desvividas, inventario exacto de ansias aprisionadas que se liberan abruptas, borbotón de respuestas emocional...
Jardines y jardincillos... Un astro rojiamarillo salta la verja
Arrebátame la toga y el bastón, S… de hierro voluntarioso para labrar… sírvame de las manos resueltas y a… antes que de palabra servil o ment… ... Porque mentiroso es el hombre,…
Hablaré con sencillez y con humildad, sin pretender que los conceptos vertidos sean absolutos o necesiten imponerse a los demás. Seré claro; la oscuridad se allega más a la velación ...
Me salvé por tus pechos del destie… y para la multitud fui recobrado. ¿Quién me arrojaba témpanos de hie… Si algo queda, queda lo ignorado.
Se ha hecho ley que toda culpa la tenga el rey. En todo hecho reprobable
[La jaula]: Un rinoceronte atisba. Y una loba, moviendo los pezones p… engancha un ojo. De lejos viene, agrandándose,
Sobre la tarde cayéndose, sobre la noche naciéndose, de pie, sobre una colina, hay un hombre. Rostro duro y cuasi cuadrado,
Nos ha tocado la distinción y el grato placer de introducir ante ustedes, con altos respetos, a una personalidad de nuestras letras que por su relevancia y grado de estimación no nec...
—Soy el cocodrilo Lilo, de Damasco. Si me muerden, muerdo; si me rascan, rasco. «Al faisán del parque