El señor Juan Manuel Pérez Oso, vagabundo taimado y tranquilo, se complace en rondar por el parqu… y en dormir siete noches al hilo. Si trabajo le ponen delante,
Yo quisiera que una vez hablaras, Agua. ¡Rija el mundo
Oscuro y reluciente, elige la noche su color elucubrant… Busca así las estrellas que pacen… Se anuda a las constelaciones: halos, aros resueltos en la luz,
—Hacerla de rodillas no es hacerla… ¿De qué sirve si Dios escucha a s… No hay confesión real si algo se o… bajo el ala secreta del secreto. Con estruendosa voz suéltate ahora…
Confiesan las cortinas, el muro, e… pero la escena es obra bendita del… De pie, como aturdido, se encuentr… absorto ante Cleopatra, como lo vi… Despierta y se despoja de cetro y…
Era, entre la noche vistosa, una celebración de nuevo culto. Entre luces y sombras, entre el re… y la abierta marejada del inconsciente,
Yo no grito. Tampoco guardo silencio. Soy lo que arde cuando todo se ha apagado. No he prometido salvación.
—Soy el cocodrilo Lilo, de Damasco. Si me muerden, muerdo; si me rascan, rasco. «Al faisán del parque
Dios es Dios. Él desborda las doc… y los dogmas de fe, y toda idea referida a su Él nada lo engloba, lo comprende o designa: es solo id… Dios es más. Él es Él, transparent…
«Envejezco» (Señor, te doy las gr… y «declino» (Señor, te doy las gra… muy más cerca de ti, mucho más cer… Me «marginan» (Señor, te doy las… y me «agreden» (Señor, te doy las…
Actúo y me reprendo, peco y viene el arrepentimiento a la conciencia… el juez que soy yo mismo da senten… que o castiga o advierte o reconvi… Y al par, en la defensa, me declar…
Abrieron todas las puertas del cielo. La noche entró con ligero vuelo. ¡Mírate! ¡Mírate!
—Devuélveme su figura en las tardes de plomo... su piel blanca
Lo vieron recoger papeles viejos y estamparles su firma, con un tra… claramente impreciso, tosco el bra… que perdiera, de antaño, los refle… Aleve trabazón de los espejos,
Duérmete, niño, duérmete, duerme... ¿Qué tienes, niño, que no te duermes? —Madre, yo quiero