Del libro El tiempo niño
Reto significativo resulta para el comentarista el acometer la exégesis y la tasación de las obras de excepción puesto que, como tales, no responden a modelo predeterminado. El pie de...
El conjunto de poemas que José Alejandro Peña presenta en este libro Suicidio en el país de las magnolias es una continuación en el tiempo de un oficio que desde el primer momento se...
Ay cobre quién lo dijera como lo ves hay uno que pone en duda tu validez Ay cobre quién lo dijera
Oscuro y reluciente, elige la noche su color elucubrant… Busca así las estrellas que pacen… Se anuda a las constelaciones: halos, aros resueltos en la luz,
Cuando gane mi partido, temprano o tarde será —chilla una rata—, podré fundar mi Universidad. Con tres coimas de cien duros
Habla en mi voz, en mí dormita. Roja el alma, entra en mi piel: sedúceme. Sintamos
Alada, entre los jardines, sumida en sí, cavilando... la niña avanza y se aleja sin que resuenen sus pasos... —¿Adónde vas, Angelina,
Por amor, el conde niño es niño y pasó la mar. ¡Tintura, tela, papel: el niño pasó la mar! Va a dar agua a su caballo,
«Si el hombre sabio despega el labio, el necio ha huido con el oído. «El hombre necio
—El político y el pueblo parlaban su papiamento: “Cuando te escoja, político, en la elección de mañana me darás trajes de seda
—Vago gris de huracán. Garra del pecho. Alto día otoñal. Violentas hojas. Saludé cada árbol
Para palpar lo inasible y auscultar lo insondable... ha revelado su presencia el poeta sobre el cosmos. Filósofo, teólogo, sacrílego y mundano, su mirada devela enigmas al soplo de l...
[Esta fabulilla cómica la escuché a temprana edad: ni avalo sus argumentos ni sé si tendrá verdad. Refiero esta breve fábula
Jardines y jardincillos... Un astro rojiamarillo salta la verja
Crixo, la mano diestra de Esparta… en su niñez un sueño de paz, de re… murió aquella mañana en que embraz… y fuese a la batalla, radiante y t… Estaba muerto aún antes, antes que…