Duérmete, niño, duérmete, duerme... ¿Qué tienes, niño, que no te duermes? —Madre, yo quiero

Nos ha tocado la distinción y el grato placer de introducir ante ustedes, con altos respetos, a una personalidad de nuestras letras que por su relevancia y grado de estimación no nec...

[Esta fabulilla cómica la escuché a temprana edad: ni avalo sus argumentos ni sé si será verdad. Refiero esta breve fábula

—Madre, no quisiera que me hundan en la tierra cuando… ni que tapien mi cuerpo en oscuros… ni que esparzan al viento mis ceni… ni me arrojen al mar por la cubier…

Para palpar lo inasible y auscultar lo insondable... ha revelado su presencia el poeta sobre el cosmos. Filósofo, teólogo, sacrílego y mundano, su mirada devela enigmas al soplo de l...

Tus versos exquisitos, libres de ruido y fleco, vertidos en el aire flotan como los rezos de las ancianas, como

Oh Divinidad sin nombre, sin forma, sin límite: habla por mí, como hablas por los bosques y las…

¿Qué estás haciendo tú mientras figuro estas letras y respiro y te pienso y te imagino y me alegras?

Todo lo puedo. El regresar me ha dotado de fuerza… El hogar paterno me dio el sentirm… y moraré tranquilo, enamorado eter… Cual cervatillo herido que vaga po…

Contamos las historias, las edades… porque desembocamos en la luz, porque al compás de desiguales año… quisimos ser caballos de más brío. «Ser... o no ser...»: dilema de ex…

Confiesan las cortinas, el muro, e… pero la escena es obra bendita del… De pie, como aturdido, se encuentr… absorto ante Cleopatra, como lo vi… Despierta y se despoja de cetro y…

Simétrico perfecto fino afable voluptuoso brillante delicado sin burdas asperezas deseable diamantino redondo u ovalado O bien vago asimétrico e informe

Regularmente se acostumbra a pensar en los poetas como individuos que conciben versos y los plasman y fijan para el presente o la posteridad, como fabricantes de estrofas y acentos.....

Parques. Aceras. Cines. Humo. Etc... Y la avenida, rabiosamente iluminada, hendida por automóviles inexorables, descendiendo como un gran río negro, arrastraba en sus aguas la vanidad y...