#Españoles #Madrileños #SigloXVI #SigloXVII
Mi bien nacido de mis propios male… retrato celestial de mi Belisa, que en mudas voces y con dulce ris… mi destierro y consuelo hiciste ig… Ciego, llorando, niña de mis ojos,
Hombre mortal mis padres me engend… aire común y luz de los cielos die… y mi primera voz lágrimas fueron, que así los reyes en el mundo entr… La tierra y la miseria me abrazaro…
Con nuevos lazos, como el mismo A… hallé en cabello a mi Lucinda un d… tan hermosa, que al cielo parecía en la risa del alba, abriendo el p… Vino un aire sutil, y desatólo
Deseando estar dentro de vos propi… Lucinda, para ver si soy querido, miré ese rostro que del cielo ha s… con estrellas y sol natural copia; y conociendo su bajeza impropia,
Éste de mis entrañas dulce fruto, con vuestra bendición, oh Rey eter… ofrezco humildemente a vuestras ar… que si es de todos el mejor tribut… un puro corazón humilde y tierno,
Silvio a una blanca corderilla suy… de celos de un pastor, tiró el cay… con ser la más hermosa del ganado; ¡oh amor!, ¿qué no podrá la fuerza… Huyó quejosa, que es razón que huy…
—Pluma, las musas de mi genio auto… versos me piden hoy. ¡Alto, a escr… —Yo sólo escribiré, señor Burguil… éstas que me dictó rimas sonoras. —¿A Góngora me acota a tales hora…
Dulce Jesús de mi vida, ¡qué dije!, espera, no os vais: que no es bien que vos seáis de una vida tan perdida. Pero si no sois de mí,
¡Quítenme aquesta puente que me ma… señores regidores de la villa, miren que me ha quebrado una costi… que aunque me viene grande me malt… De bola en bola tanto se dilata,
Ya vengo con el voto y la cadena, desengaño santísimo, a tu casa, porque de la mayor coluna y basa cuelgue de horror y de escarmiento… Aquí la vela y la rompida entena
—Boscán, tarde llegamos —¿Hay pos… —Llamad desde la posta, Garcilaso… —¿Quién es? —Dos caballeros del P… —No hay donde nocturnar palestra a… —No entiendo lo que dice la criada…
Nace el alba María y el sol tras ella, desterrando la noche de nuestras penas. Nace el alba clara,
«—Amada pastora mía, tus descuidos me maltratan, tus desdenes me fatigan, tus sinrazones me matan. A la noche me aborreces
Contemplando estaba Filis a la media noche sola una vela [a] cuya lumbre labrando estaba una cofia, porque andaba en torno della
¡Cuántas veces, Señor, me habéis… y cuántas con vergüenza he respond… desnudo como Adán, aunque vestido de las hojas del árbol del pecado! Seguí mil veces vuestro pie sagrad…