1.VALLE
Es invierno en Curacaví,
Las montañas verdean y
entre los musgos y los trinos
Se descubren inmaculadas
Las flores rojas, salvajes,
jamás llamadas.
Los conejos se cobijan en sus anaqueles,
Santuario de su amor nocturno.
La yedra crece indiscriminada
Bajo el permiso del Maitén,
La tierra se va aflojando,
Se humedece, se comprime,
Regurgitan mis pisadas criminales,
Extranjeras,
Ajenas al bosque.
Aquí pasaré mi niñez
Cuando vuelva a ser niño
En esta misma piedra y
En este mismo valle,
En este cielo blanco,
Bajo este sol presente
Con estas moscas y
Estos ruidos que huelen a afrecho
Y a equinos herrados
En Viernes Santo.
Bajo este mismo árbol,
Me encontraré por siempre en
Las mismas brisas estivales.
