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18. AL FONDO DE LA VILLA...

...en donde solían vivir mis amigos había un terreno baldío, digamos un sitio eriazo, en donde jugábamos todos los días de la primavera y el verano. Elevar volantines corriendo para encontrar la ráfaga perfecta que alborotaba las sonrisas en los rostros de mis amigos, ubi sunt? Dime dónde estás tú en este preciso momento, yo estoy dibujando una cancha de fútbol, hicimos arcos de madera de árboles caídos, toda la fuerza de la comunión sinergética que vivimos sin racionalizar, así siempre es mejor. En aquellos arcos de madera los goles en un momento se dejaban de contar, los grandes se aprovechaban de la poca aritmética de los chicos. Entonces mira los niños mirar y enamorarse, mira la vida pasar una y otra vez sin descanso, ya somos grandes, ya no jugamos, dime dónde estamos en este preciso momento. El terreno está siendo allanado, tal como nosotros nos hicimos más llanos y predecibles, cada día igual al anterior y así, justo así, fíjate cómo ahora construyen y asfaltan todo, Dios asfalto, grandes maquinarias son ocupadas por recios jornaleros del mandoble, edificios y más edificios irguiéndose con vanidad, con su pompa desagradable. Ahora pequeños compartimentos que flotan en el aire son tomados como habitaciones, vendidos decorados y colmados de brío y gozo moderno. Henos aquí tú y yo en nuestros balcones mirando hacia el vacío del tiempo escondido entre nuestros no tiempos, por qué será que nos dio por fumar?

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