Miedo esperanzado
¿Por qué quererte así estaría mal?
¿Por qué sentirte de este modo me angustia?
¿Por qué carajo me importa tanto el qué dirán?
¿Por qué la norma me agobia?
Quiero todo y nada con vos, pero nadie lo va a entender, porque aunque sólo nos deba importar a nosotros vivimos en comunidad, y como hasta ahora los viajes a la luna no son tan frecuentes, acá nos tenemos que quedar. Vos, yo y esto que nos pasa.
Sólo quiero decirte “callate y abrazame”. Hasta que la vida desaparezca, hasta que el mundo deje de juzgarnos, hasta que seamos sólo uno, hasta que el río nos sumerja y carguemos toda su agua de nuestro querer.
¿Por qué me querés así? Tonta, humana, indecisa... Sería más fácil saber que no me querés, sólo tener que manejar lo que me pasa a mí. Pero no quiero que no me quieras, no quiero no extrañarte, no quiero no pensarnos el uno al otro, porque eso sólo significaría que nuestros caminos nunca se cruzaron, que vos saliste por el tuyo, yo por el mío, pero en vez de encontrarnos nos desviamos y le dimos vuelta a la vida.
Y te quiero, te quiero, te quiero. Y mucho. Y de verdad.
Estoy en un laberinto tembloroso de miedo y esperanza donde doy vueltas pero avanzo, que aunque quiera volver cada vez me adentro más; con el miedo de equivocarme pero la esperanza de no hacerlo; con el miedo de sufrir pero la esperanza de que no me vas a dejar caer; con el miedo de que Todo y Nada no nos baste, pero la esperanza de juntos encontrar cómo...
Tan sólo quiero poder decir “dame la mano y caminemos, ¿qué más da el mundo?”
07/11/17
