La Mujer y El Lenguaje de Las Flores
La Mujer y El Lenguaje de Las Flores
En un jardín de emociones y colores,
la mujer florece con sus dulces sabores.
Cada flor guarda un secreto de su ser,
tejiendo versos que el alma ha de hacer.
La rosa roja es pasión que no se oculta,
amor que late y en sus ojos resulta.
La rosa amarilla, amistad sincera,
risa que alivia, compañera verdadera.
La blanca rosa, paz y pureza,
nieve que abraza con su belleza.
La rosa morada, amor a primera vista,
un suspiro eterno que en el pecho persista.
Orquídea blanca, pureza sin igual,
roja deseo que en la piel ha de arder.
Violeta sabiduría en su caminar,
azul, armonía que invita a soñar.
Orquídea rosa, cariño y ternura,
amarilla erotismo, fogoso en locura.
Clavel rojo, fascinación y ardor,
en cada gesto brilla su fulgor.
Dalias unen con vínculo eterno,
compromiso firme, lazo fraterno.
Amapola es fuego, pasión en su ser,
rojo que en el alma sabe encender.
Margarita blanca, niñez inocente,
pureza que vive en su frente.
Gardenia es alegría, admiración,
pero guarda un amor en secreta canción.
Tulipán rojo, amor perdurable,
perfecto y noble, siempre admirable.
Morado, lealtad que no se desvía,
blanco, perdón que el rencor borraría.
Lirio es honor, nobleza en su porte,
inocencia que ilumina el camino más fuerte.
Magnolia en su aroma, salud y bondad,
belleza que inspira con su claridad.
Crisantemos, amor que nunca muere,
en cada estación su fuerza prevalece.
Hortensias son abrazos, gratitud,
lazos que sanan con su plenitud.
Iris, esperanza que al cielo alza el vuelo,
confianza que vence cualquier desconsuelo.
Girasol es risa, felicidad,
siguiendo al sol con vivacidad.
Cempasúchil guía con su luz dorada,
a los que parten, alma iluminada.
Flor de cerezo, efímero existir,
vida que enseña a siempre vivir.
Nochebuena rojo de Navidad,
pureza que en fiestas brilla sin más.
Flor de loto surge del lodo y asciende,
gracia espiritual que el alma defiende.
Nenúfar nocturno, indiferente mirar,
pero en Egipto, amor puro al despertar.
Colorado Columbine, garra y elegancia,
flor que en su fuerza guarda resistencia.
Clavel es revolución, lucha y aroma,
amor que transforma, no se asoma.
Amapola recuerda, memoria y ardor,
vida que late con vibrante color.
Y así, en cada flor, la mujer se refleja:
pasión, pureza, fuerza y belleza.
Jardín de emociones, eterno en verdad,
¡ella es el verso, la flor y la libertad!
—Luís Barreda/LAB
