Mi plegaria
Mi plegaria
(Nunca perdimos el Edén)
Conozco la palma de mis manos
y tengo dibujadas las muñecas,
son adornos que me hizo “el artesano”
parecen filigrana, una viñeta.
Trenzado de rombos muy pequeños,
es la marca de la fábrica real;
sencillo y exclusivo diseño,
el creador me dejó como señal...
Dibujó laberintos en mis dedos,
lo que llamamos huella digital,
las órbitas de todo el universo,
el número de oro celestial.*
El de la simetría de los rostros,
el de la pirámide, el fractal,
el del genoma humano y de los otros
portentos como el agua y el cristal.
Soy un resumen de todo el universo,
mi pobre humanidad no es tan sencilla,
es más bien una síntesis del tiempo,
es pasado y futuro en su semilla.
Y qué decir del pensamiento,
de la conciencia, la vida espiritual,
del amor y de los sentimientos
de la sabiduría y la verdad.
Que inmerecido el regalo perfecto,
la vida en el cósmico jardín,
junto mis palmas, mi plegaria elevo
y me sumo a la oración sin fin:
Padre nuestro que estás en los cielos,
en la naturaleza, en el tiempo y en mí…
Caeli enarrant gloriam Dei; et opera manuum eius annuntiat firmamentum.
(Salmo 19)
* El autor se refiere al número de oro ó proporción áurea. (N.del E.).
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