El cielo de tu tacto Amarillo cubría El oculto jardín De pasión y de música. Altas yedras de sangre

Hice bien en herirte, Mujer desconocida. Al abrazarte luego De distinta manera, ¡Qué verdadero amor,

El silencio eres tú. Pleno como lo oscuro, Incalculable Como una gran llanura Desierta, desolada,

¡Qué dulce dolor de ancla En el corazón sentías! Tu corazón reteniendo, Duro coral, mi partida. Ahogada en amor, tu amor

Mi sueño no tiene sitio Para que vivas. No hay sitio. Todo es sueño. Te hundirías. Vete a vivir a otra parte, Tú, que estás viva. Si fueran

Alzan la voz cruel quienes no vieron el paisaje, los que empujaron por el declive p… la carne ajena, quienes debieron ser almas de todo…

Yo y la luz te inventamos, Ciudad que ahora en un alba De fantasía y de sol Naces al mundo; Ciudad aún imprecisa,

El alma es igual que el aire. Con la luz se hace invisible, Perdiendo su honda negrura. Sólo en las profundas noches Son visibles alma y aire.

Como un ala negra de aire Desprendida de hombro alto, Cuerpo de un muerto reflejo En duras tierras ahogado, La sombra quieta, tendida,

Entre alaridos se sostiene su débil rama, entre escombros de guerra, viva en mi corazón endurecido, como una flor sencilla

No sé si es que cumplió ya su dest… si alcanzó perfección o si acabado este amor a su límite ha llegado sin dar un paso más en su camino. Aún le miro subir, de donde vino,

Éstas son las rodillas de la noche… Aún no sabemos de sus ojos. La frente, el alba, el pelo rubio, Vendrán más tarde. Su cuerpo recorrido lentamente

¡Qué pena esta de hoy! Haberlo dicho todo, Volcando por completo Lo que pesaba tanto, Y ver luego que todo

Un lago en una isla Eso es tu amor por mí, Y mi amor te rodea Como un inmenso mar De silencios azules;

Mis ojos grandes, pegados al aire, son los del cielo. Miran profundos, me miran me están mirando por dentro. Yo pensativo, sin ojos,