Quién debería cernir ante esto no es capaz de valorar la nada como magia y el todo como plumas de pigeon que al mínimo brusco movimiento desprenden parvos de plumas cuya utilidad le son fiel.

Derivados y avaros sujetos testigos de la carne, tuya y mía; nuestra carne con ansia de otra carne empero no corrupta y siempre atada al coexistir con esta cosmovisión. Orígenes fútiles e historia rica, dorado en plata con circones esbeltos atrayendo mi querer, poco del poder.

Era un marrón tan tenue, que con un bruto desenfoque del mirar perdería toda gracia como anticuado y cedería al impoluto blanco; intentar teñir ahora éste, sería distinto ya: imposible de regresar.

Extra trivial, que arrepentido hago yo de ti y nunca lo comprenderás. Te comprendo empero dudoso el entenderlo como mio lo tuyo y tuyo lo mio, vaya drama recurrente.

El movimiento, como corazón de esta idea del humano, y, su exterior como el mundo. Conjunto de variables de variables que rigen el sentido de este “hacia”, estaría nominado ni más ni menos que como cerebro. Ambos tan libres como los humanos, vicioso del vivir tanto como del morir—totalmente trágico entiéndase.

Acudo a este tratado como afán, más no como otros muchos de los pocos que han descubierto tierra y polvo sobre artilugios perdidos empero valiosos de magia y plumas, una fantasía que deseamos obrar sin percatarnos de que el mundo onírico ya no nos pertenece, al menos ahora, al menos aún, al menos para mi.

Mi alarma se aproxima, que volumen tan bajo nos espera, ya ni la pena valdría, ¿verdad?. Nada de eso hará la diferencia más que nuevamente aquí, tu y yo, nosotros por un poco menos.

Te extraño y quiero, te amo con todo mi nada, recuerdo nuestro, recado con gestos de pucheros y maniobras dóciles al amar.

Sinuosamente parpadeo en ello, allí dorado y aquí esmeralda, que prioridad más descabellada esta de la orfebrería. Amor, toma y gracias por ti y mi. Rompecabezas de un solo color me es ¡Fantástico! Tan divertido y “colorido”. Llevémoslo, ¿si?.

¿Qué son los sentimientos?, son aquellos que aunque no puedas comprender, podrán perdurar. ¿De dónde sale esta necesidad del buscarle sentido?, por más humorístico que suene, intrínsecamente hablando esta pregunta parte de sentimientos, es decir, el sentido se basa en ti y tu connotación como solución contemporánea; ¡vive amando!, divertido es y será, lo dijiste.