En tus manos: Aún. Era.
Tras tus manos: Ya. No. Es.
En tus manos recibiste gran tesoro
de avidez, esfuerzo, ímpetu labrado.
En tus manos recogiste las historias
de las luchas, alegrías y tristezas;
todo trinfo cuanto habían alcanzado.
En tus manos: Aún. Era.
Tras tus manos: Ya. No. Es.
Tras tus manos todo es yermo, es vacío
una burla, una ofensa o un destrozo.
En la fría lontananza de los sueños
recordamos lo que un día fue alegría
y hoy en cambio, solo es llanto y es sollozo.
En tus manos: Aún. Era.
Tras tus manos: Ya. No. Es.
No conforme con robar un bien preciado
por la fuerza y privado del derecho
aniquilas a tu padre y le arrebatas
testamento, casa, alma y objeciones
reduciendo sus victorias a desechos.
En tus manos: Aún. Era.
Tras tus manos: Ya. No. Es.
Despilfarras esos prístinos recuerdos
de los logros que tu estirpe atesoraba.
Inconsciente, prostituyes tus promesas
vas violando los legados y la herencia
y en retorno, lo que obtienes vale nada.
En tus manos: Aún. Era.
Tras tus manos: Ya. No. Es.
A la seda que en tus manos fue confiada
la trataste como a trapos indecentes.
Le arrastraste, le rompiste, le ensuciaste
depravaste su textura inmaculada
que hoy en cambio es un despojo deprimente.
En tus manos: Aún. Era.
Tras tus manos: Ya. No. Es.
Esa tela que no aprendes a zurcir
en tus manos ella nunca quiso estar.
Ni las manos que han zurcido por vivir
y que crean dignas piezas de vestir
nuestra prenda han podido remendar.
En tus manos: Aún. Era.
Tras tus manos: Ya. No. Es.
Si mañana no claudica en ti la culpa
la razón amarga sabes verdadera:
que al pasar aquel gentío que le ignora
que al pisarle sus retazos retorcidos
en tus manos se rasgó por vez primera.
En tus manos: Aún. Era.
Tras tus manos: Ya. No. Es.
En tus manos: Aún. Era.
Tras tus manos: Ya. No. Es.