Un tango de Piazzola para una Buenos Aires helada como una mañana de julio en Esmeralda. Una ventana opaca oculta el olor agrio del humo del tabaco. Y yo estoy sentado esperando que ven...
Les hablé anoche a las sombras que viven en mi ventana: son un viejo y un perro El viejo no tiene casa El perro no tiene dueño
Léntulo en claromecó Se divertía con el oleaje Pero una almeja lo picó Entre medio de los naipes Ay ay cómo le dolió
Todavía no he muerto, y ya me comen los bichos. Por la noche, los mosquitos. Durante el día, los parásitos, que me roban las ganas de vivir, y las redes sociales, pulgas ansiosas que pi...
-¡Aay pero que belleza por Dios! Mirá -le pasa el celular-. Antes de morirme tengo que ir a Grecia. Que belleza Santorini, si el paraíso existe, está ahí. -¡Aaay noo! Me muero, que bell...
Quiero domesticar un chancho afeitado para que coma castañas y que, con la pulpa de las frutas, saque textos automáticos. Qué útil sería tener un chancho así, automático, tranquilo, lab...
Hay tres grados de realidad. Primero, lo que veo realmente, lo que está ahí. Segundo, lo que imagino, y veo superpuesto a la realidad que está ahí. Eso que imagino lo veo yo, no se me m...
Estoy en una habitación oscura y vieja. Parece una casona porteña antigua, como de la década del treinta. Tiene paredes altas y ventanas grandes. Las ventanas están cerradas y tienen un...
Escribí poemas idealistas cuando era un pibe Ahora, desengañado, prendo la horn… y tomo tés tibios, insípidos, sin… Escribí sonetos, romances, coplas,…
Viajé con mi amigo que pone el transporte Llegamos a los horizontes entrecru… un sitio desconocido para mí mismo nos quedamos frente a una pared qu…
Vuelvo a pasar de día por la esqui… en la que nos dimos el primer beso aquella noche despejada de marzo sé que es la misma esquina la reconozco
Sábado adentro encerrado, muriendo, afuera llueve es muy difícil morir es tan difícil
Las puertas se abrieron de par en par, él entró envuelto en su pashmina, llevaba unos pantalones ajustados que se veían bastante elásticos con su paso ligero pero seguro. Le gustaba hac...
—¿Te acordás de?...—Miró un rato la taza y le dio un sorbo al café. —Ese que era doctor, que siempre nos invitaba a su finca los fines de semana cuando hacía asados. —Sí, era doctor. Ga...
La inmovilidad acentúa el peso del frío sobre mi cuerpo entumecido por el alcohol. Siento la humedad de las primeras gotas de rocío sobre mi frente, sobre mis brazos, en la punta de mi ...