Siete días
odio este poema, pero podría tener un mejor futuro
del que tuve con su protagonista
Han pasado siete días y no aguanto más las ganas
De tenerte dentro de mí, moviéndote agitado
Mientras tus ojos se caen un poquito más
Y tu respiración choca en mi cuello como un golpe mortal.
Siete días en los que no dejo de imaginar
A tus labios paseándose por mi cuerpo,
Despojándolo de toda dignidad.
A tu cara escondida entre mis piernas,
Ahogándose en mi profundidad,
Mientras yo te exijo piedad y tu me contradices
Dándome con más intensidad.
Siete días en los que extraño verte como mar en calma
Mientras tu esencia se me presenta
Como un faro brillante en medio de la oscuridad
Señalándome cuál es el camino
Para que mi lengua lleve a cabo su cometido final.
Siete días para dejarte descubrir cada fragmento de mi cuerpo
Porque al hacerlo, sacas mi lado más perverso
Cuando estando encima de ti, me pides algo más violento
Y yo te respondo con un golpe más severo.
Siete días sin mi deporte extremo favorito,
Tu abdomen cayendo sobre mi espalda
Con un contorneo tan lascivo
Como cuando muerdes mis pezones y no grito
Porque el dolor se vuelve parte de mi libido.
Hoy se cumple el séptimo día, hoy nos vemos.
Hoy me convierto en la muchacha de los excesos,
La que disfruta de tu cuerpo, la que cumple tus deseos
Porque no hay nada que me excite más que tú diciéndome
Que a pesar de todo, Te encanta cómo lo hacemos.
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