El sabio estima a todos, porque cada persona tiene una virtud.
Mar chileno he sorbido tu salobre hálito has sido navegado por humildes canoas de cuero en antaño
Del firmamento caen frescos y frágiles copitos de nieve.
Caen los higos dulces y deliciosos se abre su piel roja y sustanciosa ¡Tomad su jugo
Tú, Madre sembradora de soles que en el cielo tejes
Un mágico sueño cerrará tus ojos y una desconocida felicidad te inundará de dicha...
El sol doraba las altas cimas. Mientras mi corazón se revoluciona… en tumultuosa esperanza.
En los grandes aprietos es bálsamo para el alma hallar un buen corazón.
Ballenas de mar, lomos pedazos de islas navegantes, errantes y a la deriva.
Después de la tristeza, viene la felicidad que trae consigo la paz.
Mirad hacia la montaña. Se ha posado un arcángel blanco ¡¡Albino!! como la nieve. Vigila con su espada los transparentes velos
¿Conoces el campo donde nace el oscuro vino de oro negro?- En el verde follaje las uvas albinas y negras arden el mosto.
Desde la distancia... observo un carruaje llevado por alados cisnes
Marineros de Chile ¡¡Rudos!! como las rocas del mar y ágiles como el ir y venir de las olas.
No hay ruidos, ni una antena de hormiga se mueve ¡¡Todo es Silencio!!