Después de la tristeza, viene la felicidad que trae consigo la paz.
He visto un cisne que en su sabiduría lleno está de blancas canas.
El sabio estima a todos, porque cada persona tiene una virtud.
Tú, Madre sembradora de soles que en el cielo tejes
Cortesía, hechizo de las personas amables y benevolentes. Las buenas palabras, junto con las buenas acciones
Marineros de Chile ¡¡Rudos!! como las rocas del mar y ágiles como el ir y venir de las olas.
La felicidad crece al ser compartida.
Preciosa gargantilla, arrancada del cuello de Atenea, para embellecer a las doncellas de los jardines de Grecia, jardines de las hojas perennes.
Si haces las cosas con bondad, tu recompensa será la felicidad.
Te conviertes en lo que piensas.
Los errores provienen de la impaciencia humana.
He adornado un pequeño altar. Allí arden viejas hojas de laurel aromatizando el ambiente
Es certero acercarse a los sabios ...
La oruga se solaza entre las hierbas del bosque. Un bosque tranquilo
Dé camino a la sorpresa y la novedad. ¡¡Sorprenda gratamente a los suyos… cada día!!