Quiero volver a la que un día llamamos todos nuestra casa. Subir las viejas escaleras, abrir las puertas, las ventanas. Quiero quedarme un rato, un rato

¿A dónde iré que no me alcance el… de tu mirada que en azor se muda, y la noche de sueños me desnuda con el brillo quemante del desvelo… ¿En qué sitio del aire, el mar, el…

De aquel amor que nunca fuera mío y sin embargo se tomó mi vida, me queda esta nostalgia repetida sin fin, cuando sollozo y cuando r… A veces, desde el fondo del estío,

Llegas cuando menos te recuerdo, cuando más lejano pareces de mi vida. Inesperado como

Mar de mi infancia. Caracolas, arena de oro, velas blancas. Si alguien cantaba entre la noche a las sirenas recordaba. Simbad venía en cada ola

Blancos pañuelos, cuatro gaviotas dicen adiós al cielo. A ver la aurora, por la escala del canto

Deja que pase entre los dos el tie… sin que pueda mudarnos alma y alma… Hemos quedado fijos, uno y otro, con impasible soledad de estatuas, tu rostro al fondo de mis ojos qui…

Cuando presiente el corazón la glo… de ser libre por gracia del olvido… me llega entre la noche, como el r… del mar en la distancia, tu memori… Con ella viene la tenaz historia

Estoy, amor, en ti y en el dorado desvelo de tu clima deleitoso, con el ardido corazón gozoso de su vivo tormento enamorado. Y te nombro mi día iluminado.

Toca mi corazón tu mano pura, lejano amor cercano todavía, y se me vuelve más azul el día en la clara verdad de la hermosura… Memoria de tu beso, la dulzura

Nada igual a esta dicha de sentirme tan sola en mitad de la tarde y en mitad del trigal; bajo el cielo de estío

Alguien pasa y pregunta por los jazmines, madre. Y yo guardo silencio. Las palabras no acuden en mi ayuda, se esconden

Ven a mirar conmigo el final de la lluvia. Caen las últimas gotas como diamantes desprendidos de la corona del invierno,

Porque nació frente al alba y en el sitio de la brisa, le dieron un nombre claro de flor o de lluvia fina. Un nombre para decirlo

No sé nada de ti. De mí no sabes nada. Sólo que al encontrarse nuestros ojos un día,