Nada igual a esta dicha de sentirme tan sola en mitad de la tarde y en mitad del trigal; bajo el cielo de estío

Amor de amor aquel que nos uniera una vez en el tiempo ya distante. Amor en que tú fuiste amado, amant… y yo amante y amada también fuera. Otro amor sin igual no conociera

No las vi, si las hubo, señales que me advirtieran que el amor tuyo no era para mí. Por eso andando seguí

Se me perdió tu huella. Un viento huracanado y frío la borró del sen… dejándome los pasos sin rumbo alguno ahora,

Cuánto te quise, amor, cuánto te q… más allá de la vida y de la muerte… Y aunque ya nunca más he de tenert… eres de cuanto es mío lo primero. Más que el sol del estío, verdader…

Blancos pañuelos, cuatro gaviotas dicen adiós al cielo. A ver la aurora, por la escala del canto

Cuando presiente el corazón la glo… de ser libre por gracia del olvido… me llega entre la noche, como el r… del mar en la distancia, tu memori… Con ella viene la tenaz historia

Por el camino, junto a mi sombra, el mediodía pinta el vuelo de una mariposa. Pienso en tu recuerdo

Alguien pasa y pregunta por los jazmines, madre. Y yo guardo silencio. Las palabras no acuden en mi ayuda, se esconden

Te contaré la tarde, amigo mío. La tarde de campanas y violetas que suben lentamente a su pequeño firmamento de aroma. La tarde en que no estás.

Este es mi corazón. Mi enamorado corazón, delirante todavía. Un ángel en azul de poesía le tiene para siempre traspasado. En él, como en un río sosegado,

En las manos del alba vi la rosa. Huía de sí misma perseguida por su propia hermosura repetida en pétalos y en rosa jubilosa. Con un alto vaivén de mariposa

Esta es, amor, la rosa que me dist… el día en que los dioses nos habla… Las palabras ardieron y callaron. La rosa a la ceniza se resiste. Todavía las horas me reviste

Este día con aire de paloma será después recuerdo. Me llenaré de él como de vino un ánfora, para beberlo a sorbos cuando quier…

No es de ahora este amor. No es en nosotros donde empieza a sentirse enamorado este amor por amor, que nada esper… Este vago misterio que nos vuelve