#Colombianos #Mujeres #SigloXX (1995) Laúd memorioso
No las vi, si las hubo, señales que me advirtieran que el amor tuyo no era para mí. Por eso andando seguí
Con paso de gacela vulnerada cantando vienes por el bosque umbr… coronada de juncos, ramos, lirios. Oculto entre los árboles un silencio de pájaros anuncia
Nada igual a esta dicha de sentirme tan sola en mitad de la tarde y en mitad del trigal; bajo el cielo de estío
Tú ves mi rostro nada más. Mi rostro. que todo calla. ¡Ay, si pudieras mirarme el alma!
Deja que pase entre los dos el tie… sin que pueda mudarnos alma y alma… Hemos quedado fijos, uno y otro, con impasible soledad de estatuas, tu rostro al fondo de mis ojos qui…
No sé nada de ti. De mí no sabes nada. Sólo que al encontrarse nuestros ojos un día,
No es de ahora este amor. No es en nosotros donde empieza a sentirse enamorado este amor por amor, que nada esper… Este vago misterio que nos vuelve
Nunca supe su nombre Pudo ser el amor, un poco de alegría, o simple— mente nada.
Se me perdió tu huella. Un viento huracanado y frío la borró del sen… dejándome los pasos sin rumbo alguno ahora,
Este es mi corazón. Mi enamorado corazón, delirante todavía. Un ángel en azul de poesía le tiene para siempre traspasado. En él, como en un río sosegado,
En las manos del alba vi la rosa. Huía de sí misma perseguida por su propia hermosura repetida en pétalos y en rosa jubilosa. Con un alto vaivén de mariposa
Vuelvo a tenerte, amor, como si nunca te me hubieras ido. Tus manos me recorren el rostro suavemente,
Un breve instante se cruzaron tu mirada y la mía. Y supe de repente —no sé si tú también— que en un tiempo
Asomado a la fuente ve que el agua… con el trémulo asombro de su propi… Los ojos ya no pueden rescatar la… que ha olvidado en las redes hiali… Nunca nadie en la tierra
No es el tiempo el que pasa. Eres tú que te alejas apresuradamente