Quería ser la foto que
te hiciera desear vivir
ese momento una vez más,
no ser la pesadilla que
te atormenta al cerrar los ojos
Quería dejarte los más hermosos colores,
no ser la canción que escuchas entre lágrimas
Darte las euforias de la medianoche,
los tontos chistes de un domingo,
las melancolías de las tardes grises y
las buenas anécdotas de una niña que solía ser buena
Pero sin querer... te solté la mano
Te dejé caer
Vi como te convertiste en mil astillas,
invisibles y frágiles,
pero llegaste a cortarme con cada una de ellas
¿Estamos a mano?
¿Estamos donde empezamos?
Desconocidos conocidos que
se piensan en la oscuridad,
ya no con ilusión y fantasía
ni con la mirada risueña de los niños...
Desconocidos conocidos que
tratan de no pensar para olvidarse
pero se llevan en los ojos,
la memoria, la nostalgia
y las manos llenas de sangre
Cuánto daño nos hicimos
con nuestra traicionera rosa
Nos gusta agarrar la rosa por las espinas...