INTOCABLES.
MIGUEL ANGEL RIVERA MORENO.
En la mesa donde posados
Estaban dos mundos,
Yacía intencionado el pensante
Que arrastraba suave y firme su mano
Con la esperanza de que fuese
A posarse a su lado su amada.
Temblaba por dentro
En su inquietante agonía
Confiando en no ser traicionado
Por quien sin traicionar lo haría;
En su atención se hallaban recuerdos
Que solo en la noche se dejan salir,
Brotando en sus ojos
El agua salada
Que braceando se hallaba en la confusión.
Y su amada sonriente
Hablando con su mirada
En la ausencia de su corazón
Apartóse sin mirarlo
Dejando una confesión.
Recibiendo el juglar sus amargas palabras
Soltando su pluma solo suspiró…