Bocas de ira. Ojos de acecho. Perros aullando. Perros y perros. Todo baldío.

La vejez en los pueblos. El corazón sin dueño. El amor sin objeto. La hierba, el polvo, el cuervo. ¿Y la juventud?

Ante la vida sereno, y ante la muerte, mayor; si me matan, bueno: si vivo, mejor. No soy la flor del centeno

Ay, hijo soy del ay, hijo soy del ay, mi hijo, hijo de su padre amargo. Ay, hijo soy del ay, en un ay fui concebido

Querer, querer, querer: ésa fue mi corona, ésa es.

Traspasada por junio, por España y la sangre, se levanta mi lengua con clamor a llamarte. Campesino que mueres,

Cerca del agua te quiero llevar, porque tu arrullo trascienda del m… Cerca del agua te quiero tener, porque te aliente su vívido ser. Cerca del agua te quiero sentir,

La palmera levantina, la columna que camina. La palmera... la palmera... La palmera levantina, la que otea la marina,

Si nosotros viviéramos lo que la rosa, con su intensidad, el profundo perfume de los cuerpos sería mucho más. ¡Ay, breve vida intensa

En el fondo del hombre, agua removida. En el agua más clara, quiero ver la vida. En el fondo del hombre,

Llegó tan hondo el beso que traspasó y emocionó a los muer… El beso trajo un brío que arrebató la boca de los vivos. El hondo beso grande

Tristes guerras si no es amor la empresa. Tristes. Tristes. Tristes armas si no son las palabras.

Llueve. Los ojos se ahondan buscando tus ojos: esos dos ojos que se alejaron a la sombra cuenca adentro. Mirada con horizontes

Pintada, no vacía: pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. Regresará del llanto