#Españoles #Generación27 #SigloXX
Tu corazón, una naranja helada con un dentro sin luz de dulce mie… y una porosa vista de oro: un fuer… venturas prometiendo a la mirada. Mi corazón, una febril granada
Te has negado a cerrar los ojos, m… abiertos ante el cielo como dos go… su color coronado de junios, ya es… alejándose a ciertas regiones matu… Hoy, que es un día como bajo la ti…
Todas las casas son ojos que resplandecen y acechan. Todas las casas son bocas que escupen, muerden y besan. Todas las casas son brazos
No pudimos ser. La tierra no pudo tanto. No somos cuanto se propuso el sol en un anhelo remoto. Un pie se acerca a lo claro.
Jornaleros que habéis cobrado en p… sufrimientos, trabajos y dineros. Cuerpos de sometido y alto lomo: jornaleros. Españoles que España habéis ganad…
Tengo estos huesos hechos a las pe… y a las cavilaciones estas sienes: pena que vas, cavilación que viene… como el mar de la playa a las aren… Como el mar de la playa a las aren…
Sólo quien ama vuela. Pero, ¿quié… que sea como el pájaro más leve y… Hundiendo va este odio reinante to… quisiera remontarse directamente v… Amar ... Pero, ¿quién ama? Volar…
Silencio de metal triste y sonoro, espadas congregando con amores en el final de huesos destructores de la región volcánica del toro. Una humedad de femenino oro
Beso soy, sombra con sombra. Beso, dolor con dolor, por haberme enamorado, corazón sin corazón, de las cosas, del aliento
En el fondo del hombre, agua removida. En el agua más clara, quiero ver la vida. En el fondo del hombre,
Riéndose, burlándose con claridad… se hundió en la noche el niño que… No quise más la luz. ¿Para qué?… más de aquellos silencios y aquell… Quise ser... ¿Para qué?... Quise…
Caídos sí, no muertos, ya postrado… están los hombres de resuelto pech… sobre las más gloriosas sepulturas… las eras de las hierbas y los pane… el frondoso barbecho,
No sé qué sepultada artillería dispara desde abajo los claveles, ni qué caballería cruza tronando y hace que huelan l… Sementales corceles,
Entusiasmo del odio, ojos del mal querer. Turbio es el hombre, turbia la mujer.
El cementerio está cerca de donde tú y yo dormimos, entre nopales azules, pitas azules y niños que gritan vívidamente