#EscritoresArgentinos
Rechazamos la guerra todo el tiempo que sea necesario. Nos callaremos pero no para siempre. Ocultaremos nuestra cara
Hoy como nunca amé mi cuerpo en soledad. Hoy como ayer fui el amante infernal. Hoy no llegué muy lejos.
Las caderas estallaban una contra otra y al final fue el silencio. Después
El que predica en la montaña será el predicador de la montaña. El que come su pan apresuradamente será el hambriento.
Éste es mi lugar de trabajo mi casa está en el sur. Venid palomas tocad esta corneta insuperable.
La sabiduría es un arte y ama la muerte. Temblar es lo que necesita el hombre para vivir.
Volver volver volver hundirme en la lujuria de ese canto hundirme hasta no poder más.
Sin buscar sentidos sin buscar sentidos a veces no se puede vivir. Buitre acostumbrado
Llegué una tarde a Madrid y me di… Ésta será mi tierra éste mi pueblo… Después fue todo mucho más difícil… Los apretones de mano del principi… se transformaron en fuertes tenaza…
Días para recordar todo lo que no se pudo. Esos días que los muertos vienen en tropel a preguntar
Viví como pude todo este tiempo hambriento ya nadie convencí. Llegaron a pensar
Atado por mis vicios a sórdidas cadenas me oculto para no ser el vuelo de los pájaros. Del brazo de la muerte
Vuelvo de los espacios donde temía que su cuerpo dañara mi cuerpo. Albatro muerto albatro despedazado
Harto de comparsas y murgas ambiciono una orquesta de cámara para mis silencios. Una nota encerrada en su altura.
Soy me doy cuenta un nadador muerto de frío. Lo que me pasa es el amor. También es la nostalgia por mi país, mi barrio